LA LEYENDA DE CHRISTIAN ROSENKREUZ
Christian Rosenkreuz, hijo de padres nobles pero pobres, fue internado en unmonasterio a los cinco años de edad, y allí aprendió griego y latín.Cuando todavía era joven, cierto Hermano P.A.L. lo llevó en peregrinaciónhasta el Santo Sepulcro. El Hermano P.A.L. murió en Chipre. El muchacho prosiguió solo el viaje y llegó a Damasco, donde su habilidad médica fue muyestimada.____ Alcoseri ___ Allí tuvo noticias sobre los Sabios de Darncar, en Arabia, lugar haciael cual se dirigió. Para entonces tenía 16 años de edad. Se le dio una cálidabienvenida, no como un extraño sino como si hubiera sido largo tiempoesperado. Ya conocían su nombre y mucho le asombró que le dijeran cosassecretas relacionadas con su viejo monasterio. Aprendió árabe y pudo traducir el Liber M al latín. Asimismo, acrecentó mucho su conocimiento de las cienciasnaturales y la matemática.Luego de estar tres años en Damcar, se marchó dirigiéndose a Egipto, pero nopermaneció allí largo tiempo. Sus amigos de Damcar le habían hablado acercade Fez, hacia donde a la sazón viajó. Una vez más, en Fez aprendió muchoconocimiento secreto. Dos años después, partió hacia España donde conversócon eruditos y estudiosos pero no despertó interés en ellos.(A esta altura de la narración, el autor de la Fama Fraternitatis mencionaba quesi bien Paracelso no fue miembro de "nuestra fraternidad", no obstante habíaleído asiduamente el Liber M.)El Hermano C.R regresó luego a Alemania, donde construyó una casaluminosa y aireada, y escribió un relato sobre sus viajes y su filosofía. Estudiómatemática y construyó "muchos bellos instrumentos".Tres Hermanos de su viejo monasterio se unieron a él como discípulos yayudantes: los Hermanos G.V., I.A. e I.O.____ Alcoseri ___ Se comprometieron a guardar secreto de todo lo que aprendieran de él, pero a escribirlo esmeradamente enun libro para beneficio de sus sucesores.De esta manera, la Fraternidad de la Cruz Rosada empezó con cuatropersonas, que escribieron sobre magia, y también la primera parte del Liber M. Sin embargo, la obra era gravosa y su avance era interrumpido por los muchosenfermos que acudían en procura de tratamiento médico. Ahora bien, una vezque estuvo listo su nuevo edificio, llamado el Sanctus Spiritus, decidieronaceptar en su Fraternidad a otros pocos. Los nuevos miembros fueron elHermano RC., sobrino del fundador de la Orden, el Hermano B., consuma, dopintor, los Hermanos G.G. y P.D., que trabajaban como secretarios, y,finalmente, el Hermano I.A. Por tanto, eran ocho en total, célibes y con voto decastidad. Juntos escribieron una biblioteca sobre todos los temas concebibles,considerándose que una obra en particular, conocida como Axiomata, era desuma importancia.Una vez cumplidas sus tareas, los Hermanos siguieron su respectivo rumbo,dejando a los Hermanos B. y P.D., con el Padre Rosenkreuz. Antes de que semarcharan, formuláronse varias reglas: 1) Ninguno de los Hermanos ejerceríaprofesión alguna, salvo la medicina, y se les prohibía aceptar pago por suhabilidad; 2) no usarían vestimenta que los distinguiera, y en lugar de elloseguirían la costumbre del país en el que residieran; 3) tendría que haber unareunión anual de la Fraternidad en el Sanctus Spiritus, el día de C.¡ 4) cadaHermano tendría que velar para que una persona digna lo sucediera al morir; 5)-las iniciales "R. C." serían su seno, su contraseña y su más profundo interés; y6) la Fraternidad seguiría siendo secreta durante cien años. A su debido tiempo, los Hermanos B. y P.D. también se marcharon, pero elsobrino y el Hermano I.O. se quedaron con el Padre RC., y, mientras éste vivió,con él estuvieron siempre dos Hermanos.I.O. fue el primero de los Hermanos que murió, y, como lo predijera el PadreC.R, ello ocurrió en Inglaterra. Era muy erudito en la Cábala, como lodemuestra su Liber M. En Inglaterra, corrían muchos relatos acerca de él, comopor ejemplo que curó de lepra al joven Conde de Norfolk.No se supo la fecha en que el Padre R.C. murió. Todo lo que acerca de él supouna generación posterior de Hermanos fue a través de lo que pudo conseguirseen la biblioteca, y entre los libros que en ésta había, a Axiomata, Rotae Mundi yProteus se los consideraba como los más útiles.Llegó el día en que el Hermano N., diestro arquitecto, estuvo a punto de salir de viaje.____ Alcoseri ___ Antes de marcharse, decidió efectuar algunos cambios en el edificio.Mientras se adelantaba ese trabajo, encontró una placa de bronce en la queestaban inscritos los nombres de todos los que pertenecieran a la Hermandad.De la placa sobresalía un gran clavo. Al extraer éste y levantarse la placa y junto con ésta un gran trozo de mampostería, quedó una puerta al descubierto.En la puerta contemplaron una inscripción: Post Centum Viginti Annos Patebo(Después de 120 años me manifestaré), y debajo de esas palabras, una fecha. A la mañana siguiente, abrieron la puerta y descubrieron una Cripta de sietelados, cada uno de los cuales era de unos 2,43 m de alto por 1,52 m de largo.Y aunque el sol jamás había brillado en esta Cripta, se iluminó como si lohiciera la luz solar desde la mitad del cielo raso. En el centro de la Cripta habíaun altar circular.Cada una de las siete paredes se dividía en diez rectángulos y, en cada uno deestos últimos, había símbolos e inscripciones. 5 Asimismo, en cada una de lassiete paredes había una puerta que ocultaba un cofre que contenía variosobjetos, por ejemplo, todos sus libros, un ejemplar del Vocabularium deParacelso, el diario manuscrito con las constancias de la vida y viajes del PadreR.C. espejos con cualidades extrañas [¿mágicas?), campanillas, candiles, etc.Todo había sido dejado de modo que en caso de que la Orden desapareciera.Pudiera reconstruirse incluso siglos más tarde. Apartaron el altar circular,alzaron una pesada placa de bronce y contemplaron el cadáver del Padre R.C.,que estaba en perfecto estado de preservación. En su mano sostenía el LibertT. escrito en pergamino con letras de oro. Volvieron a poner la placa de broncesobre el ataúd, pusieron al altar otra vez en su posición, cerraron la puerta de laCripta y la sellaron.Esto es todo respecto de la leyenda de Christian Rosenkreuz. Como lodescubriremos, la Cripta, o, al menos, el concepto de Mathers respecto de ella,era el rasgo central de la ceremonia de grado 5° = 6°. Además, unos veinteaños después, un miembro de la Ordo Rosae Rubeae et Aureae Crucis intentórepetir simbólicamente el viaje mítico del Padre R.C. hacia Medio Oriente, yhubo otro que, convencido de conocer la ubicación de la Cripta original, partiópara encontrarla. En este libro describo más tarde estos dos episodios.En el ritual de Mathers para la R.R. et A.C., el momento dramático sobreveníacuando el candidato se enfrentaba con el cadáver del Padre ChristianRosenkreuz, en la persona de Westcott o Mathers, que yacía inmóvil en unataúd -conocido siempre como el Pastos-en la Cripta de los Adeptos, que era la"reconstrucción" fantástica de la tumba del Padre Christian Rosenkreuz,efectuada por Mathers.La Cripta (como la concibiera Mathers, con la probable ayuda de su esposa yartista) era nada menos que extraordinaria. Mi descripción, que se basa engran medida en los coloreados bocetos de sus diversos componentes, queaparecen en los cuadernos de apuntes de los miembros de la década del '90,omite un análisis de su simbolismo increíblemente intrincado. En cuanto a estoúltimo, remito al lector a La Golden Dawn, del doctor Regardie, mientras quetambién es útil The Equinox (III, 1, 1910), de Aleister Crowley. Lo que ahoranos interesa se trataba, en efecto, de una "cámara" de siete lados, de alrededor de 2,43 m de alto, y bastante amplia como para ofrecer espacio a un ataúd;sobre éste, un altar circular; y, por lo menos, a cuatro personas.Según la Fama Fraternitatis, Mathers tenía que ingeniarse para poner dentrode un ámbito de aproximadamente 2,43 m por 1,52 m diez rectángulos quecontuvieran símbolos e inscripciones, en cada pared interior de la Cripta.Puesto que esto era matemáticamente imposible, Mathers introdujo cuarentaáreas cuadradas, dispuestas en ocho hileras de cinco. Un vistazo a la pared dela cripta muestra que el simbolismo, común en cada pared, es cabalístico(compárese el dibujo del "Árbol de la Vida" de las diez letras hebreas querepresentan a los Sephiroth), alquímico y astrológico.Figura 3. Los símbolos en cada pared de la Cripta de los Adeptos.El rasgo más interesante de todos fue cómo Mathers diagramó ocultistamentelos colores utilizados para cada pared. El tenía un conocimiento formidable delas correspondencias cromáticas en ocultismo, y efectuó su propia síntesis quetomó de fuentes muy distintas. A cada símbolo le asignó un color específico,con un color complementario para su segundo plano rectangular; ambas cosaslas tomó de las denominadas escalas cromáticas ocultistas. Así, cadarectángulo recibió un tratamiento a dos colores, salvo un rectángulo quenecesitaba cuatro colores. Luego, aplicó un tercer color diferente a cada una delas siete paredes, tomando como base las correspondencias cromáticasplanetarias, por ejemplo: Saturno = índigo; Júpiter = violeta; Marte = escarlata,etc. Las ilustraciones coloreadas a mano, de las paredes de la Cripta, queaparecen en los viejos manuscritos de la Golden Dawn, muestran un efectomulticolor.El cielo raso estaba pintado con un blanco brillante. En el centro había una rosatransparente, de veintidós pétalos (compárese los veintidós Senderos del Árbolde la Vida y los veintidós Arcanos Mayores del Tarot). Efectivamente, esta erauna lámpara. La rosa estaba encerrada en un triángulo pintado de negro, ytodo estaba rodeado por un heptagrama, también pintado de negro.Había un piso negro, adornado con un dibujo simbólico, pintado de blanco,amarillo y rojo: "El Gran Dragón Rojo de siete cabezas", en rojo, una "CruzDorada unida con la Rosa Roja de cuarenta y nueve pétalos", todo encerradoen un ____ Alcoseri ___ tema "de la Rosa y la Cruz se repitió constantemente en laornamentación de la Cripta"Sobre el Pastos (el ataúd), que estaba en el piso de la Cripta, había un altar circular, con rueditas, para que pudiera ser desplazado fácilmente. En susuperficie estaban pintados cuatro grandes discos de colores, cada uno de loscuales era de contorno dorado. En el disco rojo había una cabeza verde déleón, en el disco amarillo una cabeza masculina en púrpura, mientras los discosazul y negro incorporaban las cabezas de un águila y de un toro en coloresanaranjado y blanco, respectivamente.sobre el altar estaban ubicados ciertos objetos; por ejemplo, una cruz negra delCalvario en la que estaba fijada una rosa de veinticinco pétalos, siendo cadapétalo de diferente color según la escala cromática ocultista, un garfio y unlátigo, pintados también con efecto multicolor, una copa, una daga, etc.El extremo exterior de la cabecera del Pastos estaba pintado de blanco yadornado con una cruz griega dorada que incorporaba una rosa roja decuarenta y nueve pétalos. En el extremo opuesto, en segundo plano negro,había una cruz blanca del Calvario sobre un pedestal de tres gradas.El lado derecho del Pastos, tanto interno como externo, se dividía enrectángulos de diferentes tamaños, y estaba pintado con veintidós maticesdiferentes que representaban la denominada escala positiva de los colores,mientras el lado izquierdo, externo e interno, estaba pintado con tantos colorescomo los que se reflejan en la escala negativa.La tapa del Pastos estaba adornada con un complicado diagrama simbólico.Cualquier candidato que contemplara el asombroso interior de la Cripta, por primera vez, hubiera quedado plenamente azorado. En todo caso, aquéllarepresentaba un acervo del simbolismo oculto, único en su género.____ Alcoseri ___ A.E. Waite, más dispuesto a la crítica que a la admiración respecto de la mayor parte de las cosas conectadas con la Golden Dawn, y que llegó a ser fervientefrancmasón después de 1902, no dejó de respetar lo que Mathers habíacreado. En su autobiografía escribió: "...no podría negarse que el gradocalminante [o sea, el 5° = 6°), como a la sazón estaba desarrollado el sistema,tenía la raigambre de un diagrama mayor que el surgido jamás en la concienciade cualquier creador de grados masónicos de cualquier gran Logia o capítulo,cónclave o preceptoría del mundo entero". Las palabras importantes son aquí"diagrama mayor". Como síntesis simbólica del hermetismo, el nuevo ritual deMathers, con su aparato "teatral", o sea, la Cripta, era muy distinto de cualquier "fábrica, sitio de acuñación o taller de grados" -esta frase es de Waite- jamásideados.El ritual tomaba la forma de un introito y tres puntos o secciones. En el introito,en el que el candidato no estaba presente, mientras el Adepto Jefe permanecíaoculto, los Adeptos Segundo y Tercero efectuaban una cantidad dedeclaraciones acerca de la tumba de los Adeptos:La tumba de los Adeptos es el lugar simbólico de inhumación de ChristianRosenkreuz que él hizo que representara al universo. El estaba sepultado en elcentro de los lados heptagonales y debajo del altar, con su cabeza hacia eleste. Está sepultado en el centro porque ése es el punto de las fuerzasequilibradas. El nombre místico de Christian Rosenkreuz significa la Rosa y laCruz de Cristo; la Rosa inmarcesible de la creación, la Cruz inmortal de la Luz.Nuestros aún más antiguos Fraters y sorores denominaron a eSte sitio latumba de Osiris Onnofris, el Justificado. La forma de la tumba es la de unheptágono equilátero, una figura de siete lados. Los siete lados aluden a lossiete Sephiroth inferiores, los siete palacios y los siete días de la creación. El siete está en lo alto. El siete está debajo, en lo profundo. La tumba está situadasimbólicamente en el centro de la tierra, en la montaña de las cavernas, lamontaña mística de Abiegnus. Al candidato se lo admitía en el Templo al comienzo del primer punto. "Latumba se prepara como antes, pero [la puerta] está cerrada, y las cortinascorridas". A esta altura, el candidato no la podía ver. Antes había recibido untexto escrito que se le había dicho que leyera "con voz alta y firme", y a lasazón solicitaba enfáticamente que se lo admitiera en la Segunda Orden.Escuchad todos: yo, el Honorable Frater... estoy ante vosotros, como miembrodel grado 4° = 7° de la Primera Orden, el grado supremo de la Aurora Doradaen el Exterior, un Filósofo; calificado para cubrir el importante puesto deHiereus en un Templo de la Primera Orden, quien aprobó los cinco exámenesprescritos entre las Ordenes Primera y Segunda, y declarado Señor de losSenderos 24°, 2so Y 26° en el Portal de los Adeptos. Llevo una recomendaciónescrita de los Jefes de mi Templo que garantizan mis aptitudes, mi honor y mifidelidad; y, asimismo, un testimonio de que aprobé el examen pentagonal. Envirtud de estos honores y dignidades, vengo ahora a solicitar que se me recibay reconozca como Adepto Menor del grado 5° = 6° de la Segunda Orden.____ Alcoseri ___Empero, su solicitud era inmediatamente rechazada y se lo despedía, para quepronto reapareciera vestido con una túnica negra, una cadena alrededor de sucuello, y las manos atadas detrás de su espalda. Luego de escuchar unahomilía sobre las virtudes de la humildad, al candidato se lo conducía hastauna gran cruz de madera, con sus manos puestas en nudos corredizos ycuerdas atadas alrededor de su cintura y sus pies. Esta era una crucifixiónsimbólica. "A ambos lados tiene a dos Adeptos que lo sostienen, y el Tercer Adepto ocupa su lugar listo para entregar la copa y la daga al Segundo Adeptoque está delante, enfrentando al Aspirante". El candidato, atado másfirmemente a la cruz, formulaba ahora el juramento o la obligación, que incluíalos siguientes pasajes:Guardaré secreto de todo lo conectado con la Orden y su conocimientosecreto, respecto del mundo entero, e igualmente de quien sea miembro de laPrimera Orden de la Aurora Dorada, lo mismo que de una persona no iniciada,y mantendré el velo de estricto secreto entre las Ordenes Primera y Segunda Además, realizaré todo el trabajo practico conecta o con esta orden en un lugar oculto y aparte de la vista del mundo externo y no iniciado, y no exhibirénuestros implementos mágicos, ni revelaré el uso de éstos, y mantendrésecreto este conocimiento rosa cruz interno tal como se lo mantuvo en secretoa través de los siglos; no fabricaré símbolos ni talismanes de los coloresllameantes para personas no iniciadas, sin un permiso especial de los Jefes dela Orden. Ante los no iniciados sólo realizaré alguna magia práctica que sea deíndole sencilla y se conozca ya bien; y no les mostraré operación secretaalguna, manteniendo estrictamente ocultas nuestras operaciones con el Tarot yotras adivinaciones, la clarividencia, la proyección astral, la consagración detalismanes y símbolos, los rituales del pentagrama y del hexagrama, y muyespecialmente el uso y la asignación de los colores llameantes y la modalidadde vibración en la pronunciación de los Nombres divinos. Además, prometo y juro que con el permiso divino, desde hoy en adelante, mecontraeré a la Gran Obra, o sea, la de purificar y elevar mi naturaleza espiritualpara que, con la ayuda divina, pueda yo finalmente llegar a ser más que humano, y, de esta manera, elevarme poco a poco y unirme con mi geniosuperior y divino, y, en este caso, no abusaré del gran poder confiado a mí. A esta altura, el candidato tomaba conocimiento de los procedimientos mágicosque aprendería en la Segunda Orden, y, lo que psicológicamente es muysignificativo, que su tarea era la de "llegar a ser más que humano".Liberado de la cruz del sufrimiento, el candidato oía un relato sobre la vida y lasobras del mítico Christian Rosenkreuz.____ Alcoseri ___ Este relato lo recitaban los AdeptosSegundo y Tercero. A esta altura, terminaba el primer punto y al candidato selo escoltaba al salir de la habitación.Durante todo este tiempo, el Adepto Jefe había permanecido en la Cripta sinque lo vieran ni oyeran. En ausencia del candidato, se efectuaban lossiguientes preparativos: "El Adepto Jefe yace en el Pastos [ataúd], deespaldas, representando a C.R.C. Está revestido con todas sus insignias; en supecho, está el símbolo completo de la Cruz Rosada suspendida desde el doblecollar del Fénix. Sus brazos están cruzados sobre el pecho, y sostiene el garfioy el látigo; entre ellos está el libro "T". La tapa del Pastos está cerrada y sobreella está el altar circular. Los otros Adeptos están fuera de la tumba comoantes. Vuelven a colocarse sobre el altar la Cruz Rosada, la copa de vino, lacadena y la daga".El candidato entra en el Templo otra vez y se ubica ante la puerta cerrada de laCripta. Se le muestra la puerta y la inscripciónPOST CXX ANNOS PATEBOIXSin embargo, en la Fama Fratemitatis no hay alusión a los números romanos"IX". Se explicaba que la inscripción equivalía a Post Annos Lux Crucis Patebo:"Al término de 120 años, yo, la Luz de la Cruz, me haré patente"; puesto quelas letras que forman LUX están compuestas por los ángulos desmembrados yunidos de la Cruz; y 120 es el producto de los números 1 a 5, multiplicados enprogresión regular, y el número cinco es simbolizado en la Cruz con cuatroextremidades y un punto central". Huelga decir que nada de esta informaciónarcana se hallará en la Fama Fratemitatis.Entonces se abría la puerta de la Cripta, y los Adeptos Segundo y Tercerointroducían al candidato. ____ Alcoseri ___El Adepto Jefe no era visible, puesto que la tapa delPastos estaba todavía cerrada y, en todo caso, el ataúd mismo estaba debajodel altar circular. A su debido tiempo, los Adeptos Segundo y Tercero hacen aun lado al altar, descubren la parte superior y abren la tapa. El candidato, sinduda muy sorprendido, contempla la cabeza del Adepto Jefe, que yace con losojos cerrados. A continuación, sin moverse ni abrir los ojos, el Adepto Jefe pronuncia un brevediscurso. El Adepto Tercero sigue con alguna información acerca de tres de losprimeros "Jefes Supremos" de la Orden Rosacruz, a saber, "el Frater. Hugo Alverda, el frisio [quien murió] a los 576 años de edad; el Frater Francisco deBry, el galo, a los 495 años de edad; [y] el Frater Elman Zata, el árabe, a los463 años de edad". (Ninguno de ellos es mencionado en la Fama Fraternitatis.) Al candidato se lo conduce nuevamente fuera de la habitación y "entonces, sevuelve a abrir la Tumba y se libera al Adepto Jefe"..En el transcurso del Tercer Punto, al candidato se lo admite una vez más en laTumba, y esta vez descubre dentro al Adepto Jefe y a los Adeptos Segundo yTercero; el Adepto Jefe está de pie, y los otros dos Adeptos están sentados. El intrincado simbolismo pintado es explicado muy pormenorizadamente yentonces la ceremonia llega a su fin.En 1892, sólo estaba preparada una pequeña parte del curso de la SegundaOrden. A juzgar por una o dos notas breves de los Diarios, tengo la impresiónde que la gente no empezó a participar en la serie de ocho exámenes para elgrado superior 5° = 6° de Adepto Teórico Menor hasta el otoño de 1893 por ejemplo, el 15 de octubre de 1893, el doctor Berridge escribió en el Diario:"Resurgam copió normas para Exámenes de Adepto Teórico Menor. Estápreparado para examen de A [o sea, adivinación]: no el jueves próximo". Sientre todos, Berridge era el único que tenía las reglas para copiarlas en esafecha, esto significa que aquéllas sólo habían sido formuladas hacía poco. Asimismo, puesto que Berridge era un ferviente astrólogo, bien puede haber sido el primero en rendir "A", pero al mismo tiempo se lo podría haber examinado por su conocimiento de geomancia y Tarot.Cuando F.L.Gardner llegó a ser miembro de la R.R. et A.C., en1895, recibió un extenso documento llamado Ritual "A" para que lo copiara.Este contenía pormenores de las "órdenes generales, sistema de promoción,serie de exámenes, lista de rituales y lista de circulares". La mayor parte deeste material se hallará en La Golden Dawn, del doctor Regardie.Las Ordenes Generales contenían pormenores puramente administrativos, por ejemplo: "Siempre que un Adepto escriba a otro 5° = 6° sobre asuntos de laSegunda Orden, deberá estampillar el sobre de una manera peculiar; o sea, enel ángulo habitual, pero con la estampilla vuelta dé modo tal que el rostro mirehacia arriba, como C.R. en el Pastos". De esta manera, quien la recibierasabría de inmediato que el sobre contenía una comunicación acerca deasuntos de la Segunda Orden.En los Diarios de 1892-1893, se alude muchas veces a los miembros reciéniniciados, consagrando sus lámenes de Cruz Rosada, sus cetros de loto, susespadas mágicas y sus cuatro armas elementales, o sea, "la vara para elfuego, la copa para el agua, la daga para el aire, y el pentáculo para la tierra".El procedimiento para fabricar y consagrar la vara de loto, como se lo describea continuación, es no sólo típico de lo necesario para los otros objetos sino quetambién arroja luz sobre lo que Mathers enseñaba a sus aprendices de mago.Lo que sigue se basa en La Golden Dawn, II, 37-45, de Regardie:La vara de loto era "de uso general en las operaciones mágicas" y la llevaba el Adepto Menor Celador en todas las reuniones de la Segunda Orden para lasque estuviera facultado a estar presente. Se esperaba que todo Adepto Menor Celador fabricase su propia vara de loto sin ayuda y "la consagrara por sí solo".Ningún otro tenía que tocarla ni manipularla; "se la mantenía envuelta en sedao lino blanco, libre de influencias externas que no fueran las suyas propias [osea, las del dueño) en el plano humano".El extremo superior de la vara, que debía tener entre 61 cm y 1 metro de largoaproximadamente, estaba pintado de blanco, el extremo inferior de negro, yentre ambos extremos, de modo sucesivo, "los doce colores referidos a lossignos zodiacales en la escala positiva o masculina del color". Los doce coloresmás el negro y el blanco podrían lograrse pintándolos o usando papeles decolores.____ Alcoseri ___También se esperaba que el Adepto fabricase el emblema de la Flor de Lotoque estaba fija en el extremo blanco de la vara mediante un tornillo. La flor, quepodía fabricarse con una lámina metálica o un cartón duro, consistía en tres verticilos con un total de 26 pétalos y estaba pintada según el diagramamulticolor descrito. Se daban instrucciones sobre cómo sostener la vara, por ejemplo: "usar el extremo blanco en la invocación, y el extremo negro paraahuyentar". Asimismo, "la vara jamás ha de invertirse, de modo.que cuando las que interesen sean fuerzas muy materiales, el extremo negropuede ser muy adecuado para la invocación, pero con el máximo deprecaución". A la flor de loto no se la tenía que tocar durante las operaciones,"pero en las cosas sephiróticas y espirituales, la flor ha de inclinarse hacia lafrente; y para elevarse en los planos [o sea, para la visión astral), el centro decolor anaranjado ha de dirigirse plenamente hacia la frente"......El Adepto consagraba su vara según una ceremonia prescrita en unahabitación privada de su propia casa. "Procurarse... un triángulo blanco, unacruz roja de seis cuadrados. Incienso, una rosa, agua en un jarro, lámpara ocandil, sal en una fuente, y una figura astrológica de los cielos para la horaverdadera de la consagración. Tener también preparado el Ritual delpentagrama, la nueva vara, cobertor de seda blanca o lino, mesa con mantelnegro, para el altar". A la habitación había que purificarla primeramente con fuego y agua. "Tomar nuevamente la vara, por la parte blanca. Dar tres vueltas completas por lahabitación y, al final, repetir la adoración del Señor del Universo, como en elRitual de 0° = 0°, efectuando en cada adoración la salutación con el signo delNeófito, y en "la oscuridad" dando el "signo del silencio". A esto seguía la "celebración del supremo ritual de invocación del pentagramaen los cuatro sectores de la habitación, trazando el pentagrama apropiado encada sector y pronunciando los adecuados nombres angélicos y divinos,teniendo cuidado de dar el apropiado signo del grado al elemento", o sea,fuego, tierra, aire y agua.Huelga decir que el Adepto nunca aprendía todo esto de memoria, sino que,con cuidado y: sin duda, lentamente, seguía las instrucciones que él copia previamente del manuscrito apropiado. Asimismo, una vez que un Adepto Menor consagraba los siete objetos en cuestión; no necesariamente celebraría otras ceremonias mágicas. ____ Alcoseri ___En realidad, mi opinión es que, para la mayoría de ellos, la "Magia práctica" llegaba a su fin en esta etapa.. En la actualidad, los Magos pueden ahorrarse la molestia de tener que fabricar sus espadas, varas y otros implementos ya que los venden en internet.
Fraternidad y Tolerancia
El objetivo es proporcionar información sobre la masonería, tal como existe en todo el mundo, tomando en cuenta que el mensaje masónico de una logia instalada en una gran metrópoli, es idéntico a la logia que abre sus augustos trabajos en un pequeño pueblo. La masonería es portadora de un mensaje fraternal que ha vivido en el corazón de millones de hombres y mujeres durante siglos.
Aunque ellos mismos no se dan cuenta, muchas personas “No Masonas” tienen afinidades con la masonería, especialmente todos aquellos que estando en tranquila reflexión, se esfuerzan por una existencia espiritualmente iluminada y a través de una búsqueda personal, libre de sistemas opresivos, se encuentran a sí mismos, tratando de conocer a los demás y al Universo: todos aquellos que tienen la impresión de que su búsqueda personal podría realizarse más fácilmente si se realizara en una sociedad fraterna, en una Orden que ofrece el camino iniciático al "saber".
Por lo tanto, es nuestra intención aclarar qué significa la masonería tradicional y convencional y así aclarar una serie de conceptos erróneos.
Muchos ven a la Francmasonería como una sociedad secreta que juega un papel importante en la lucha contra la influencia de las iglesias, especialmente contra la Iglesia Católica, o como una asociación que, sobre la base de la libre investigación, lleva a cabo una incansable lucha anticlerical o anti -religiosa , y un campaña de adoctrinamiento contra la Biblia. Además, a menudo se denuncia a la masonería como un notorio grupo de presión, que ejerce una gran influencia sobre el mundo político y las instituciones estatales para asegurarse un valioso apoyo para sí misma y para sus miembros.
Esta es una imagen muy extendida pero distorsionada, que atrae a oportunistas de todo tipo, amantes ingenuos de secretos nefastos y obsesionados con el anticlericalismo, o a ciertas formas desviadas de la masonería.
Esta imagen no tiene nada que ver con la masonería espiritual e iniciática. La masonería no proporciona ningún sistema filosófico, ningún remedio psicológico, ninguna opción religiosa. No ofrece a sus miembros claves infalibles para la felicidad, ni remedios mágicos o misteriosos.
Su misión tradicional es la de transmitir una influencia espiritual que, en quienes estén aptos para recibirla, pueda contribuir a la realización evolutiva y a liberación del individuo humano.
La masonería ofrece así un método de trabajo, un medio que allana el camino de la búsqueda personal por parte de todos aquellos que desean liberar su mente, elevarse espiritualmente y reconocer y practicar la fraternidad humana. Quien quiera dar otra dimensión superior a su existencia puede realizar su objetivo gracias a la práctica ritual y al trabajo con símbolos que ofrece nuestra Orden, fuera del mundo profano, de la agitación mundana y de las luchas ideológicas en las que no se inmiscuye.
La masonería se basa en la fraternidad.
Este término se usa a menudo en un contexto diferente. Entonces su significado masónico necesita ser bien explicado.
Para los masones regulares, el concepto de fraternidad significa ante todo que todos los hombres son hermanos y que por eso merecen nuestro respeto y nuestra ayuda. La fraternidad así entendida, sin embargo, es indistinguible de otros conceptos comúnmente expresados, como la fraternidad cristiana, la fraternidad de armas, la fraternidad universal, la fraternidad universitaria, o ideas luego que surgían de las Revoluciones como la Francesa o la Mexicana. Para los masones, la fraternidad se refiere definitivamente también al vínculo privilegiado que los une entre sí. Pero los masones consideran esta hermandad masónica como una iniciación.
Contrariamente a lo que se cree fraternidad masónica no surge de creencias o intereses comunes, ni se basa en ninguna convención social donde todos piensan igual, o profesan una misma ideología, la masonería está compuesta con personas que profesan diferentes religiones y diferentes ideales políticos; en el mundo “No Masónico” a quien le gustaría que los miembros de su grupo se pensaran diferente y es que la Magia Masónica se da en que personas de diferentes credos, razas e ideologías políticas conviven en absoluta armonía. La fraternidad se basa en que la iniciación compromete a todos en un esfuerzo común por el camino de búsqueda y la perfección. Cada masón está así vinculado a sus hermanos por la experiencia compartida a través de un simbolismo vivido y experimentado , por el deseo general de formar una comunidad iniciática. Estos Francmasones progresan así hacia la Luz a lo largo de caminos a menudo diferentes. Este es su objetivo común. No sorprenderá a nadie que fuertes amistades personales crezcan y florezcan sobre la base de esta aspiración masónica.
A esto la fraternidad masónica , es la unión , de personas que no son iguales en pensamientos, y que en su vida pensaron convivir con personas con otras creencias religiosas u otras ideologías políticas, y para sorpresa de propios y extraños , los conflictos no se dan en logias , por la razón que luego de un corto tiempo , las personas se dan cuenta en el fondo todos somos iguales y aspiramos a una meta muy superior .
Entonces, ¿qué significa la tolerancia masónica?
La Masonería desde siempre, dista mucho de ser un sitio donde todos piensan igual o de forma homogénea, cosa que desde fuera muchos piensan sería así. En su seno existen multitud de tendencias no sólo disipares , sino abiertamente enfrentada; pero en logias lo que domina y reina es la tolerancia, y por este factor la Masonería ha perdurado por siglos, y por este factor de tolerancia masónica la masonería perdurará por muchísimos siglos más.
Su fuente también debe buscarse en la iniciación. El iniciado sabe que sus Hermanos han superado las contradicciones ideológicas y las diferentes visiones en un mismo camino hacia la Luz. Han aprendido a reconocer y respetar a sus Hermanos de muchas maneras. Si no siempre están de acuerdo con sus puntos de vista, los aman como persona y como Hermano. Y no se trata sólo de una tolerancia simulada , que a menudo radica únicamente en la aceptación pasiva de lo que no se puede o no se quiere rechazar, impedir o desafiar, sino de una actitud constructiva, que se basa en el respeto y la comprensión y tiene su origen en la fraternidad iniciática.
Alcoseri
¿Es la Masonería una asociación apolítica con fines políticos?
Esta pregunta del encabezado puede ser confusa, y hasta causar desconcierto; pero seguro a todos los que hayan estudiado la historia de masónica a fondo se darán cuenta que en verdad la Masonería es una institución Apolítica, pero determinante en el desarrollo de la política en prácticamente todo el mundo; hoy en el presente siglo XXI , los masones aprendieron a realizar su influencia política de forma velada u oculta de la mirada indiscreta de los No Masones, todo para evitarse problemas, que en el pasado pusieron a los masones en peligro.
Como hemos visto, las principales obediencias masónicas prohíben tomar posiciones o intervenir en conflictos y luchas políticas o denominacionales. Queriendo subrayar claramente su compromiso con su tarea iniciática espiritualizada, también se niegan a comentar metas con no masones, los masones no realizan demandas ni protestas, por valiosas que sean. Los peligros asociados con una intervención de la masonería en los conflictos del mundo "profano" son múltiples: es más que probable que los masones entre ellos tengan opiniones diferentes sobre los problemas sociales que nos rodean. No podían permitir que su Gran Logia tomara una posición sobre este asunto, ni en su nombre ni en el de la mayoría de ellos. La Francmasonería convencional evita los conflictos de este siglo para no provocar conflictos dentro de las Logias. Ella es muy consciente de que cualquier desviación de esta línea de conducta podría llevar muy lejos. Una sola declaración, incluso para el propósito más venerable, sentaría un precedente que conduciría inevitablemente a nuevas sentencias.
En el pasado vimos a masones activos en política como a Juárez, Washington, Martí, Bolívar entre muchos otros más , pero , hoy ya no los vemos , y no es que no existan sino que , muchos líderes políticos prefieren no revelar su pertenencia a la Orden Masónica , por motivos de secrecía y discreción; ya que se observó que revelarlo traía más inconvenientes que beneficios.
Al no interferir directamente en las cosas con las que no se tiene aparentemente nada que ver, la masonería dominante puede distanciarse de la acción de grupos de presión o de información sensible de cualquier tipo, así como de los partidos políticos, colegios profesionales, universidades, religiones y posiciones que se toman en la vida social, tan bipolares , como: el aborto , el feminismo, la eutanasia, nacionalismos , racismo; entendiendo que el masón que promueva o desapruebe estas posiciones lo hará a cuenta propia y no a nombre de la Masonería
La masonería no exige del poder político o gobiernos más que la protección que se otorga a todos los ciudadanos en un régimen democrático: el derecho de asociación y la libertad de conciencia, es decir, las condiciones básicas para la existencia de toda organización masónica.
Precisamente porque la Francmasonería es apolítica, se sobreentiende que, fuera de la Logia, no exige nada de sus miembros en este campo: cada uno puede comprometerse como mejor le parezca siempre que se cumplan dos condiciones: en primer lugar, que se observe la ley (por ejemplo, la violencia es incompatible con la ética masónica) y segundo, nunca tome una posición masónica que vaya en contra de los sublimes principios de la Orden Masónica. Por lo que cada miembro está obligado a hacer una clara distinción en todo momento entre sus actividades masónicas y aquellas personales en la vida pública. En la Logia es masón, nada más, nada menos, pero fuera de Logia el masón está obligado a ser aún más masón que dentro de Logia. Así ser masón en su partido, su sindicato, su familia , su comunidad , su trabajo etc., no debe identificarse como masón y mucho menos tratar de aprovecharse de ello. En el ritual, en el espíritu y el clima en una Logia tradicional no dejarán ninguna duda de que existe un abismo infranqueable entre el mundo profano y el masónico. Esto no quiere decir, por supuesto, que las acciones profanas del masón no estén influenciadas en algún grado por su formación masónica.
Por poner un ejemplo de la Influencia masónica evidente en el Pasado de México, en el Palacio Nacional , en El Recinto Parlamentario es un majestuoso salón neoclásico que albergó durante gran parte del siglo XIX la Cámara de Diputados, hay una clara influencia masónica , sin dejar de citar que a lado de esta Reciento estaba la Logia Masónica Independencia #2. Desde su apertura en 1829, atestiguó importantes episodios históricos como: juramentos presidenciales y la promulgación de importantes leyes, decretos y códigos.
Los contactos entre el mundo político y la masonería son indiscutibles. El no despreciable número de Masones que se sientan en la Cámara y el Senado, que ostentan mandatos municipales o estatales , que son miembros de gabinetes ministeriales o de órganos partidistas, aseguran contactos ineludibles y duraderos.
Esto se refleja principalmente en la política de nominación, donde los candidatos dentro de la familia liberal a veces disfrutan de un apoyo decisivo debido a la masonería. Esto ocasionalmente causa fricción. Los no masones entre los librepensadores se quejan de que los candidatos más valiosos a veces pierden frente a colegas menos adecuados pero apoyados por Mason. Sin embargo, el favoritismo en los nombramientos no es un problema exclusivamente masónico.
Para muchos No Masones , la presencia de hermanos masones en empresas privadas o gobiernos es incomoda , por ello es mejor la discreción o la secrecía.
Para muchas iglesias, sectas o religiones la presencia de masones como líderes de sus organizaciones es un cáncer generalizado que sienten les ha afectado , lo mismo pasa en todos los partidos y en todas las familias filosóficas, deportivas y universitarias . En un nivel más general, la solidaridad política entre masones de derechas, centros o izquierdas es evidente , siempre gana la fraternidad por sobre sus ideologías mundanas.
Alcoseri
El Gran Arquitecto
del Universo
Contrariamente a lo que muchos piensan fuera o dentro de la Masonería el
Concepto de “Gran Arquitecto del Universo”, es infinitamente complejo , no
es tan sencillo como decir , El Gran
Arquitecto del Universo , equivaldría al Dios que consideran en las Religiones
Monoteístas, tampoco al concepto que se tiene de Dios en el Hinduismo o
Brahmanismo, ya que es un concepto imposible de definirse en términos humanos.
En la teosofía existe la palabra Seidad (Be-ness, en inglés).- Término
inventado por los teósofos para expresar de una manera más exacta el
significado esencial de la intraducible palabra sanscrita Sat. Seidad no significa "Ser",
porque “SAT” presupone un sentimiento o alguna conciencia de existencia. Pero
como el término Sat se aplica únicamente al Principio absoluto, a la Presencia
universal, desconocida y siempre incognoscible que el panteísmo filosófico
postula en el Cosmos, denominándolo base radical del Cosmos y el Cosmos mismo,
la palabra "Ser" no era adecuada para expresarlo. En efecto, la voz
Sat no es siquiera la "Entidad incomprensible", como traducen algunos
orientalistas, puesto que no es una Entidad ni tampoco una no-Entidad, sino
ambas cosas a la vez. Es, según se ha dicho, absoluta Seidad, no Ser; el Todo
único, sin segundo, indiviso e indivisible; la Raíz de la Naturaleza visible e
invisible, objetiva y subjetiva, que ha de percibirse por medio de la más
elevada intuición espiritual, pero que jamás debe ser plenamente comprendida.
El masón está en absoluta libertad de concebir al Gran Arquitecto como su
capacidad de comprensión, nivel de ser y percepción lo entienda; pero en el
plano de la realidad cualquier judío, católico , musulmán o politeísta ,
también tendrá en su mente la plena libertad de concebir a Dios .
Recuerdo bien que en el México que me tocó vivir de niño en los pueblos del
noreste de México , para las personas,
Dios era una persona con la que convivían como si fuera una persona , con la
que podían tener una relación directa tal cual fuera un ser humano, pero de
características superlativas, y no era que fueran gentes alienadas o ignorantes
, sino que vivían esa realidad.
Pero volvamos a la Masonería y su Dios particular.
Ser fiel a los principios de la masonería convencional es reconocer al Ser
Supremo a quien los masones llaman el Gran Arquitecto del Universo. Las Grandes
Logias regulares siguen la lógica de sus fines iniciáticos cuando exigen de sus
miembros, a través de la creencia en el Ser Supremo, una opción espiritual que
no se define ni se explica: cada uno puede dar una forma personal al Gran
Arquitecto del Universo, es decir Dios, o bien adherirse a la aproximada imagen que le da una religión a la que se
quiera profesar aparte de ser masón .
Es difícil para los materialistas o aquellos que rechazan un acercamiento a
lo sagrado reconciliarse con esta comprensión básica de la Francmasonería.
Suelen confundir esta idea básica con el dogmatismo, la teología o con lo que
se adhieren a las sectas e iglesias. Por supuesto, si uno elige una actitud
materialista y mira al hombre y su papel en el universo desde ese punto de
vista. Entonces obviamente sería un error elegir la masonería tradicional
porque la realización espiritual a través de la iniciación es fundamental para
ella. También es obvio que la auténtica Francmasonería no puede ser
antirreligiosa. Por el contrario, sus miembros gozan de total libertad de
pensamiento ya que no impone ninguna definición del concepto de Dios. Cada
miembro puede así decidir por sí mismo cuál es el Arquitecto Principal del
Universo. Esta es una sabiduría muy elemental: después de todo, palabras o
conceptos como Dios, Ser Supremo, Arquitecto Supremo del Universo pueden evocar
las más diversas ideas o imágenes sobre la naturaleza de la Deidad. Por
ejemplo, las representaciones individuales, que a veces son completamente
intuitivas y difícilmente se pueden formular. Otros, por el contrario, se basan
en una fe muy precisa, comprometida y verdaderamente vivida.
Todas las personas de buena voluntad y creyentes de Dios pueden sentirse como en casa en la masonería
convencional, siempre que tengan una convicción espiritual, cualquiera que sea.
Puede haber algunos que lamenten que la masonería tradicional rechace así a un
gran número de personas ateas honorables que son de buena fe y que defienden
ideales muy personales . Hay que tener en cuenta, sin embargo, para estos hombres
y mujeres que no crean en Dios y por han
optado por un pensamiento diferente existe una Masonería Irregular , es una
masonería diferente, por Masonería Irregular no se debe entender por una
Masonería Ilegitima, sino por una Masonería que admite ateos y agnósticos , y por tanto que corresponde mejor a sus ideas:
una masonería más abierta al mundo exterior, y que está más alineada a una
Masonería Materialista , Socialista y de Izquierdas , que siempre resiste
los cambios y se adapta a las exigencias
de las personas exteriores; también la masonería irregular , que acoge tanto a
los materialistas como a los espiritualistas. Tal aspiración puede ser
comprendida y apreciada, pero no tiene nada que ver con la Francmasonería Regular
misma. El término "Masonería" hoy en día cubre organismos cuyos
objetivos difieren entre sí. La masonería auténtica no es una religión ni un
sustituto de ella. La Masonería no tiene credo, no anuncia revelaciones, no es
dogmática y no tiene líderes espirituales. Tampoco es su intención ofrecer una
mística. Por otro lado, no quiere ponerse en el lugar de las religiones o las
iglesias. Su ideal es ofrecer a todos los iniciados una experiencia más intensa
de su religión o de
su búsqueda espiritual.
Alcoseri
¿Se convirtió El Dios Mitra en el Masónico Gran Arquitecto del
Universo?
Al mencionar al Dios Mitra algunos de ustedes sabrán de
inmediato de qué se trata. Otros no tendrán ni idea. Así que les voy a hablar
de una deidad que, muchos siglos antes del comienzo de nuestra era, atrajo a
creyentes desde la India hasta el norte de Inglaterra y el norte de África. El
Mitraísmo Era una religión que seguía gran parte del ejército romano. Mithra
o Mitra
era un dios solar de Persia, cuya adoración se difundió más tarde en la
India y por todo el Imperio Romano.
En los primeros siglos del cristianismo también fue el principal
competidor del cristianismo . Pero son principalmente las similitudes con la
masonería las que me fascinaron tanto.
De ahí mi interés
Creo que hace unos 15 años que leí un artículo en internet sobre el Mitraísmo esotérico y su “Dios Mitra,”, que resultó ser algo así
como una revelación , porque mi interés por comprender al Dios Mitra no ha comenzado recientemente. Describe
que una vez hubo una religión muy exitosa extendida por toda Europa por el
ejército romano, el Mitraísmo. Se han encontrado santuarios del culto de Mitra
desde India, Siria y Turquía hasta Inglaterra. En el Muro de Adriano, por
ejemplo, ya se han rastreado. Si busca en Google "Mitra y Mitraísmo ",
obtendrá usted suficiente lectura para mucho tiempo de lectura.
¡Ya se han rastreado alrededor de mil templos! Se cree que
había alrededor de 50 solo en Roma. El más genial también se encontró allí
debajo de Santa Prisca cerca del Vaticano. Así , los arqueólogos han encontrado
fosas rituales junto al templo con
vasijas de serpientes, cálices de incienso, lámparas de aceite e innumerables
copas de vino. También hubo restos de animales de sacrificio que indican
fiestas rituales durante los ritos de iniciación.
Por lo general, las Catedrales Góticas fueron construidas por
masones operativos sobre templos
dedicados al Dios Mitra , a menudo
también en forma de cripta debajo de una iglesia, porque sabes que en todas
partes los edificios sagrados siempre se construyen uno encima del otro.
La tercera razón de mi interés es que durante mucho tiempo me
ha fascinado la cuestión de si la tauromaquia en España, la corrida de toros , muchos
dicen podría ser un eco del culto a Mitra. Se sugiere en varios lugares que,
cuando los romanos conquistaron España, el culto de Mitra, que culminó con la
matanza del toro sagrado, más tarde se convirtió en la corrida de toros moderna.
Es una sensación especial imaginar que hace 2000 años hubo
personas que glorificaron a un tipo diferente de Jesús, un salvador pagano que,
como Jesús, habría ascendido al cielo y habría prometido volver al final de los
tiempos para juzgar a vivos y muertos.
Lo dicho, me pregunto por un momento si la corrida de
toros podría ser una reminiscencia del
culto a Mitra. Para intentar sentir y entender algo de la experiencia taurina. La
corrida de toros se convierte para
muchos en una religión o en un arte la ' tauromaquia ' yo de niño iba con mis
padres a ver corridas de toros y la sensación era extraña . Creo que en
realidad debería hablar del 'sacrificio ritual'. Aunque cualquier fanático de la
fiesta taurina responderá negativamente a la pregunta directa, de que si la tauromaquia
es una religión, sabemos que durante esa corrida que algunos creen que el
derramamiento de sangre dará nuevas fuerzas a la tierra. El suelo de la arena
también es de color amarillo para resaltar el color rojo de la sangre . Esto
también está representado en los colores del traje de luces de los toreros, la
sangre en la tierra, la sangre en el cuerpo , el bautismo de sangre.
Rojo-amarillo-rojo. Esa idea de la fertilidad también es típicamente mitraica.
La implicación del público recuerda a un importante partido de fútbol.
Recuero de niño que después de la corrida de toros , en la
Plaza Monumental de toros Monterrey , luego junto con mis padres visitamos una tertulia, un pequeño grupo de
discusión sobre la corrida. Yo era un niño de menos de 10 años mi percepción de
la realidad no era muy buena en ese
momento, pero si era sensible, pero se sostenían buenos comentarios, recuerdo sentir una vibración intensa sobre cómo el
torero realizaba el acto del sacrificio. Si miras la corrida en términos de hacer
un sacrificio, de repente todos los movimientos son apropiados y elegantes. Los
buenos toreros también son casi canonizados, recuerdo a Manolo Martínez y a
Eloy Cavazos . La preparación del toro por parte de los picadores también es
correcta para evitar que surja un 'infarto cardiaco ' el toro . Si el torero
pierde, el sacrificio ha fracasado. En mi opinión, en realidad estás viendo el
acto de sacrificio de una religión pagana antigua.
Entiendes que la Iglesia Católica no está demasiado
entusiasmada con esto, pero nunca ha podido prohibirlo. Después de haberlo
experimentado una vez, eso es suficiente. Por cierto, la misma historia de
fertilidad sobre las peleas de gallos. Puede ser que no siempre se sacrificara
un toro, sino más a menudo un gallo. Quiero reiterar que mi forma de ver la
corrida toros no es generalmente aceptada. Lo he "interpretado " a mi
manera.
Así, el acto central del misterio de Mitra fue la matanza del
toro celestial. Y así como en la Iglesia Católica la crucifixión de Jesús es central,
en medio de la iglesia, así en el Templo de Mitra la imagen del toro
sacrificado es central. Es interesante que el sacrificio del toro todavía se
practica entre los judíos de hoy . Del 10 al 7Siglo aC. el toro era incluso el
símbolo del Dios de Israel. Con Mitra, el símbolo principal es que mata al toro
cortándole la garganta. Este acto se llama la 'tauroctonia'. Hay una escena así
en todos los templos mitraicos, y todos son casi iguales. Mitra y el toro son
en realidad la misma figura, ya que Jesús se sacrifica en un sacrificio de
sangre por el mundo. Según el mito, al principio Mitra y el toro estaban solos en
un mundo estéril. Mitra mató al toro, así que en realidad se sacrificó a sí
mismo, para liberar la vida que había en el toro. Cuando la sangre del toro se
derramó sobre la tierra, ésta se hizo fértil y surgieron todas las formas de
vida que hoy conocemos. Mitra que mata al toro Mitra va vestido con túnica,
pantalón que es persa, capa y gorro puntiagudo, gorro frigio, así de corte
turco oriental, que los romanos llamaban 'mitra'. Se enfrenta al espectador
mientras se sienta a medias en la espalda del toro, tira de la cabeza del toro
hacia atrás con la mano izquierda en las fosas nasales y clava una daga en la
garganta del toro con la mano derecha. Varias figuras rodean este evento. Debajo del toro un perro lame la
sangre que gotea de la herida y un escorpión ataca los testículos del toro, un
cuervo está posado sobre su espalda. El cuervo es considerado el
mensajero del Dios Sol = Mitra = Sol Invictus, el dios invencible. La cola del
toro a menudo termina en espigas de trigo. A la izquierda de la escena hay una
pequeña figura masculina llamada Cautes que viste la misma ropa que Mitra y
sostiene una antorcha encendida. Representa la luz naciente. Sobre él, en la
esquina superior izquierda, está el dios sol, Sol con siete rayos. En el lado
derecho hay otra pequeña figura masculina, Cautopates, que también está vestido
como Mitra y que sostiene una antorcha apuntando hacia abajo y que a veces
arde. Representa el sol poniente. Sobre él, en la esquina derecha, está Luna;
Sol y Luna tan presentes en la simbología masónica. Cada elemento de la escena
se correlaciona con la extensión de los planetas tal como la conocían los
antiguos romanos, así en la visión geocéntrica de la época, con el universo
girando alrededor de la tierra. Teniendo en cuenta, entre otras cosas, la ropa,
se cree que los portadores de antorchas y el toro representan a Mitra. (caute =
cautela (?)
El Mitraísmo era una fe sin dogma, sin pecado original, sin
historia de milagros, completamente tolerante con énfasis en la caridad. Por lo
tanto, exhibe bastantes características gnósticas. Al igual que la MASONERÍA ,
el Mitraísmo fue una sociedad de
iniciación de la que las mujeres estaban excluidas. Elementos importantes de la
religión de Mitra son la creencia en un solo Dios y la promesa de la
resurrección de entre los muertos después de una vida piadosa y valiente. El Mitraísmo
era una religión misteriosa como muchas en la antigüedad clásica. Poco a poco
podrías ser iniciado en sus secretos. Entonces tenías que vivir una vida de
acuerdo con las reglas del culto y eras guiado en esto por un iniciado
superior. Quien había pasado por los siete grados y era por lo tanto el más
alto en rango y completamente iniciado, recibía el título de Padre. Un monje
ordenado como sacerdote todavía se llama Pater y, al igual que en el culto
mitraico, este rango estaba y está reservado solo para los hombres líderes en el cristianismo, donde al sacerdote la
llaman Padre. El emperador, como sumo sacerdote en el culto de Mitra, llevaba
el título de 'Pontifex Maximus', un título honorífico que aún hoy llevan los
papas, y una de las decoraciones del alto cargo era la Mitra, el gorro frigio
de Mitra, que se usaba como 'inglete', todavía vive en nuestro tiempo en la
Iglesia Católica.
Historia de origen del Dios Mitra
El mitraísmo una religión monoteísta fue la más importante de las religiones
influyentes en Roma. Era el más popular y tenía, con mucho, el nivel moral más
alto de Verdad y Luz. El origen del Dios Mitra está envuelto en las brumas de
la antigüedad, pero está relacionado con Zoroastro o Zarathustra. Como religión
monoteísta, se originó alrededor del año 1500 antes de cristo, aproximadamente simultáneamente con las otras
religiones monoteístas, como el judaísmo y la creencia en Aton después de la
transición egipcia del politeísmo. El becerro de oro de la Biblia (de Aarón)
bien puede ser el toro de la religión de Mitra. El mitraísmo introdujo a los
romanos la idea de un mundo dividido entre el bien y el mal, que está dividido
por las fuerzas de la luz y las tinieblas. Sus seguidores se unieron Mitra en
su lucha militante contra el mal. Quizás por eso la religión era tan popular
entre los soldados romanos , era la eterna batalla entre el Caos y el Orden .
Mitra fue equiparado por los romanos con el 'sol invencible' ampliamente
reverenciado, 'Deus Sol Invictus'
Los investigadores ahora están convencidos de que la historia de Mitra es principalmente cósmica y solar .
Según los últimos conocimientos, el Toro representa el cielo estrellado y, con las
figuras de animales que lo rodean, representa la constelación de las
constelaciones del zodíaco, en la posición del equinoccio), unos 1500 años
antes de Cristo. Eso fue aproximadamente al final de la Era del Toro o la era
de Tauro , por lo que Mitra tuvo que tener el toro. Entonces Mitra era el dios
poderoso que podía mover el universo. Un dios que podría lograr un acto tan
enorme sin duda merecía ser sacrificado por un fin superior . Y seguramente un
dios que pudiera mover el cosmos también tendría el poder de controlar los
poderes de las estrellas para poder efectuar un viaje seguro desde tu alma al
universo después de tu muerte. Así como Mitra está conectado con la era de
Tauro, Jesús está conectado con la era de Piscis en la que se proyectó , ahora
estamos en la Masónica era de Acuario , donde la influencia masónica lo influye
en todo .
La presencia y posición específica de ciertas figuras
zodiacales en la escena del templo se asemeja un poco a la situación en la que
se piensa que la distribución geográfica de las pirámides sobre Egipto
representa la constelación de Orión en algún punto del desarrollo del universo
en el ciclo de revolución de unos 25.000 años. También en los Mitraeums o Templos de Mitra se cree que se fija un
tiempo en la posición de las constelaciones. Eso sería alrededor del 1500 a. C.
para Mitra, lo que, según los eruditos, confirmaría entonces el origen iranio.
Una especie de código astronómico. También encontrarás las figuras del zodiaco
en nuestros templos masónicos, sin mayor explicación, que yo sepa, más que una
Logia Representa al Universo . Por cierto, se supone que el ojo que todo lo ve
en nuestro taller es el conocido ojo de Horus que equivale a la Estrella Sirio
.
Se cree que el mitraísmo proviene de Irán y la India, y hay
indicios de que se originó alrededor del 1500 a. ya se fundó allí. El dios allí
se llamaba Mithra o Mitra. Mientras tanto, ha surgido una segunda hipótesis que
asume que el mitraísmo romano era una religión independiente, que solo heredó
el nombre y algunas imágenes de Irán, lo mismo que algunas pocas ideas. La
polémica continúa y ahora se sigue debatiendo . Cada vez más se encuentra
también en textos y templos. En el siglo I a. Plutarco menciona que la religión
Mitraica fue traída a Occidente por marineros o bucaneros. Aproximadamente
desde el siglo primero hasta el siglo cuarto, el Mitraísmo fue la religión del
estado romano y estaba muy extendido dondequiera que estuviera el ejército
romano, también era específicamente una religión masculina. No sólo estuvo
presente en casi toda Europa, pero también lejos al este y en el norte de
África. Del culto a Mitra han pasado directamente a nuestra cultura una serie
de conceptos, como el concepto de 'paraíso', el arcángel Miguel, el día de
Navidad, el pesebre y los tres reyes magos, pero también el apretón de manos
como sello de un acuerdo. Mitra también fue considerado el dios de los
contratos y Juramentos. En Monterrey México, hay un cerro llamado las Mitras
donde suceden cosas muy extrañas, relacionadas a extraterrestres y
avistamientos de ovnis , de manera muy frecuente.
Muy curiosa es la historia de la Estatua de la Libertad en
Nueva York. En 1886 fue donado por la masonería francesa a los EE. UU. y se
dice que representa a Mitra como Sol Invictus. Los siete rayos del sol y la
antorcha levantada están presentes en todo caso. Aunque parece ser una figura
más bien femenina, seguiría siendo un hombre, como el concepto de 'paraíso', el
arcángel Miguel, el día de Navidad, el pesebre y los reyes magos, pero también
el apretón de manos como sello de un acuerdo. Mitra también fue considerado el
dios de los contratos.
Similitudes con el cristianismo
El Mitraísmo, como el judaísmo, es una religión monoteísta. Y
esa no es la única similitud con el cristianismo. Hay innumerables similitudes.
Tanto es así que en muchos lugares de la biblia podrías reemplazar el nombre
Jesús por Mitra y luego lees lo que está escrito en los antiguos escritos
mitraicos. Ejemplos : Mitra, el Salvador nació el 25 de diciembre de la unión
de una virgen y un dios, realizando milagros, ascendiendo al cielo y llegando
al final de los tiempos con su juicio - el que no bebiese su sangre no lo haría
de ser redimido Así que el 25 de diciembre celebraron el regreso del dios sol
Mitra. Tuvo 12 discípulos y una última cena, fue puesto en una tumba en las
rocas y resucitó de entre los muertos después de tres días. Sorprendentemente,
el 25 de diciembre también sería el cumpleaños de Osiris, Adonis y Dionisio.
Solo alrededor del año 300 d.C. El cumpleaños de Jesús se traslada del 6 de
enero al 25 de diciembre. Sin duda se hizo para ganarse a los adoradores de
Mitra. En Europa del Este, hay denominaciones donde la Navidad todavía se
celebra el 6 de enero. Tanto Jesús como Mitra nacieron en una cueva. Ahora se
acepta que el establo era una cueva. Ambos fueron traídos milagrosamente al
mundo en presencia de tres pastores. Mitra fue glorificado hace 2.000 años como
un tipo diferente de Cristo Jesús, un salvador que, al igual que Jesús, habría
ascendido al cielo y prometido volver al final de los tiempos para juzgar a
vivos y muertos. Los adoradores de Mithra y los cristianos creen en la
inmortalidad del alma y en la vida después de la muerte. Sin embargo, había
diferencias importantes. Los cristianos trataron de hacer tantos conversos como
fuera posible. Sin embargo, los adoradores de Mitra, que formaban la clase alta
de la población, tenían un culto basado en un secreto. Y los secretos pierden
su atractivo cuando mucha gente los conoce. De hecho, la fe cristiana fue
diseñada como una Los adoradores de Mithra y los cristianos creen en la
inmortalidad del alma y en la vida después de la muerte.
Sin embargo, los adoradores de Mitra, que formaban la clase
alta de la población, tenían un culto basado en un secreto y la iniciación. .
De hecho, la fe cristiana fue diseñada como otra versión de las religiones
paganas, en las que Jesús era solo otra variante de Osiris, Dionisio, Mitra y
otros dioses anteriores e inventados para el pueblo judío.
El Mitraísmo y la Masonería
El culto a Mitra es una
religión exclusivamente para hombres. El número de confesores por Mitraeum
estaba (al igual que nosotros los masones ) limitado a un pequeño grupo de unos
25 hombres aproximadamente un poco más un poco menos, pero nunca cientos . Un
problema del estudio es que no hay muchas fuentes escritas al respecto, aunque
cada vez se encuentran más. Al igual que con los cátaros, la tradición escrita
proviene principalmente de los luchadores, quienes luego, por supuesto, dan una
imagen coloreada y les atribuyen todo tipo de prácticas desagradables. Al igual
que los cátaros, parecen haber desaparecido por completo. Antes de entrar en
detalles, déjame contarte un poco sobre la religión de Mitra.
Cuando estudié por primera vez del Mitraísmo , no era masón ,
ella allá a principios de los años 70´s ,por tanto no tenía idea de las
similitudes con el MASONERÍA , pero al ingresar a la masonería a principios de
los años 90´s me pareció la Logia
Masónica el espacio se parecía perfectamente adecuado como taller de MASONERÍA
y Mitraísmo . Los templos del Mitraísmo encontrados tienen bastante similitud con
nuestro templo masónico y a medida que consulté más fuentes, las similitudes se
hicieron mayores. El templo es un rectángulo alargado sin luz natural con dos
filas de asientos a lo largo de los lados largos. No hay ventanas en él. A
ambos lados del pasillo central hay filas de asientos. Al final del pasillo
central está la representación de Mitra matando al toro. El techo abovedado
está pintado con estrellas y figuras del zodíaco y las columnas también juegan
un papel importante. Al ser una sociedad de iniciación, la iniciación es
central en el ritual del Mitraísmo y la Masonería . Todo el camino de la
iniciación del Mitraísmo consta de 7
pasos, siete niveles de iniciación, a saber, 1: El Cuervo, 2: El Oculto, 3: El
Guerrero, 4: El León 5: El Persa (a veces también el Egipcio) 6: El Caminante
del Sol, 7: El Padre. Nuestra comida o cena fraterna llamada Ágape , destinada
a fortalecer el vínculo fraterno, puede tener su origen en una comida simbólica
de pan y vino en memoria de su salvador Mitra, quien, como Jesús, había
declarado: El que no come de mi cuerpo y bebe de mi sangre, para que llegue a
ser uno conmigo y yo con él, no tendrá salvación. Es posible que también se
consumiera la carne del toro sacrificado ritualmente. Quien, como Jesús, había
declarado: El que no come de mi cuerpo y bebe de mi sangre, para hacerse uno conmigo,
y yo con él, no tendrá salvación.
Para mí, la pregunta clave es cómo explicar las muchas
similitudes entre Mithras y MASONERÍA . Es la MASONERÍA heredera directa del Mitraísmo a través del
paso del culto. ¿O los escritores de nuestro ritual actual tenían mucha
información al respecto y lo recrearon y también decoraron el templo de esa
manera? Debido a que no se ha sabido mucho sobre Mitra hasta los últimos cien
años, debe verificar cuándo se originaron el ritual actual y el mobiliario
actual del templo. Es especial, entonces, que la forma y el diseño del templo
masónico ya estuvieran establecidos antes de que "Mitra" se
convirtiera en un tema de estudio. De esto se podría concluir que la forma se
transmitió desde tiempos muy anteriores. La habitación oscura llamada Cámara de
las Reflexiones a la que se lleva al
candidato para que pase algún tiempo en contemplación suele representar una cueva,
una gruta.
La masonería especulativa surge en un contexto histórico y
geográfico determinado que impregna profundamente todos y cada uno los aspectos
formales, a la vez que disimula sus orígenes.
De hecho, el término Mitra proviene de la hipóstasis proto
indo aria *mitra, que significa precisamente contrato. En el subcontinente
indio, Mitra es considerado el protector de la palabra dada, de las reuniones,
las cuales preside, y por extensión de la honestidad y la fraternidad. Mismo
significado para el Mitra de Irán, donde su presencia perdura pese a la reforma
de Zarathustra, que tratará de imponer un dios único al complejo panteón
mazdeista.
No hay más que visitar un mitreo y un templo masónico para
darse cuenta de que son una sola y misma cosa. En ambos casos, se trata de una
representación terrenal del cosmos por el cual las almas transitan en su
proceso de reencarnación —o evolución—, tal y como nos explica Porfirio en su
Antro de las ninfas. Un espacio presidido por el Sol y la Luna, y la imagen
cultual, ya sea la representación simbólica del Gran Arquitecto del Universo o
la de Mitra sacrificando al Toro.
Ambos templos presentan un techo abovedado y revestido de
estrellas. Se trata de un espacio sin ventanas, cerrados al exterior o con
aperturas estratégicas que solo iluminan la imagen sagrada en determinadas
fechas del año. El templo mitráico, como el masónico, es un lugar atemporal
donde se desarrollan los misterios, se inicia a los miembros de la comunidad,
se deliberan asuntos terrenales, y, en definitiva, se fragua la hermandad entre
los hermanos.
Ambos espacios son relativamente pequeños ya que están
adaptados a comunidades que no suelen superar la treintena de individuos. Ambos
espacios están delimitados por las cuatro direcciones de un plano rectangular.
A los lados de un corredor central, al septentrión y al mediodía, se sientan
los masones o se recuestan los mitraístas, alineados unos frente a otros según
sus grados y cualidades. En el oriente se sitúa el Padre con sus asistentes en
un caso, y el Venerable Maestro y los vigilantes en el otro.
Evidentemente, la masonería especulativa presenta también
divergencias con el culto solar de origen persa. Muchas de ellas tienen que ver
con esos doce siglos que las separan. La masonería especulativa surge en un
contexto histórico y geográfico determinado que impregna profundamente todos y
cada uno los aspectos formales, a la vez que disimula sus orígenes. Aun así, la
masonería sigue siendo a día de hoy el mayor representante de una tradición
basada en la igualdad y la fraternidad que une a sus miembros en el tiempo y en
el espacio en una cadena que viene del pasado y tiende al futuro
La represión
contra el Mitraísmo
Cuando te das cuenta de que la Iglesia Católica no se
estructuró a partir de varias religiones anteriores, y se fundó hasta
luego de los concilios alrededor
del 200-400 d. C., empiezo a pensar que en esa época se tuvo que construir una
nueva fe unificadora a instancias de los emperadores romanos , sobre
todo por el emperador romano Constantino I. La historia de Jesús parecía
prestarse muy bien a esta trama de formar una religión para el Imperio Romano
en ese momento . ¿Por qué no seguir cultivando el Mitraísmo? Bueno, el
inconveniente de esto era que no tenía una estructura jerárquica y, por lo
tanto, no se podía utilizar como instrumento de poder, el Mitraísmo era un
culto masculino , o sea era solamente
para hombres de la elite romana
gobernante y militares de rango , no era para el pueblo, no era para el
populacho . Tenía que crearse algo que
pudiera ser controlado como una jerarquía. En el año 312, el emperador
Constantino el Grande reconoció el cristianismo, poniendo fin a las
persecuciones. Se convirtió en la nueva religión del estado. Por cierto, él
mismo no se bautizó hasta 25 años después. Así comenzó el declive del culto
mitraico, y después de un resurgimiento temporal bajo Julián el Apóstata
(331-362), el culto desapareció cuando el cristianismo se volvió lo
suficientemente fuerte como para oponerse a tales religiones. El obispo de Roma
estaba muy feliz de ser declarado el jefe más importante por los emperadores y
así poder vigilarlo bien, tan cerca de la política . En el año 392 todas las
demás religiones reconocidas hasta entonces fueron declaradas herejías, por el
catolicismo.
Pero el catolicismo solamente era el Mitraísmo reformado. Se
debía crear una religión para el pueblo, que los hiciera sumisos y obedientes.
Para el promedio del Pueblo, la transición del Mitraísmo al
cristianismo no fue tan grande, porque la nueva historia, con ajustes menores,
era completamente utilizable. Se construyeron iglesias en todos los templos Mithraeums,
y el antiguo Mithraeum generalmente permanecía intacto como una cripta. La
suave transición de Mitra a Jesús también es evidente por el hecho de que hay
un templo de Mitra casi intacto debajo del mismo Vaticano. Por supuesto, no todo el mundo deja
de lado sus viejas creencias. Probablemente esté en parte sumergido en el
maniqueísmo, que tuvo gran influencia en Europa hasta bien entrada la Edad
Media y fue en realidad un movimiento gnóstico. Leí en alguna parte que
probablemente los Caballeros Templarios también continuaron practicando el Mitraísmo
de alguna forma, después de todo, también eran soldados. Cuando fueron abolidos
y desterrados por el rey francés Felipe el Hermoso alrededor de 1300, un gran grupo buscó refugio
en Escocia. Según una versión extremadamente interesante , el MASONERÍA habría venido de Escocia como un Mitraísmo
renovado, impulsado por la afluencia de los Caballeros Templarios exiliados,
que habrían estado en la cuna del rito escocés. Por supuesto, también se añade
la Capilla Rosslyn, la capilla que se construyó algún tiempo después de la
abolición de los templarios. Sabemos que rito escocés trabaja principalmente
con el simbolismo de la luz. ¡Ese podría ser el Sol Invictus, Mithras! Así que
todavía tengo que averiguar si el simbolismo del edificio es de origen francés
y el simbolismo de la luz escocés. Será la idea impulsada por la afluencia de los Caballeros Templarios
exiliados, de quienes se dice que estuvieron en la cuna del Rito Escocés.
¡Mitra, por lo tanto,
puede ser el mismo Gran Arquitecto del Universo ! o bien la idea tomada del Mitraísmo.
Una Orden Iniciática que despierta Consciencias
La masonería es una orden iniciática. El término "iniciación" se
refiere a una práctica universal milenaria a la que se han dedicado numerosos
estudios y sobre la que es imposible que nos detengamos en ella. Sin embargo,
si no queremos pasar por alto uno de los principales objetivos de la Masonería,
sin embargo es necesario Miremos más de cerca lo que la masonería está tratando
de lograr con la iniciación, "Iniciar", "Comenzar", por
supuesto, tiene diferentes significados, que son complementarios, en primer
lugar, significa "poner en camino", para conducir a una nueva partida
Initium novae vitae, "el comienzo de una nueva vida", o Ars bene
vivendi, initium novae vitae seu renovatio cordis “El arte de vivir bien, el
comienzo de una nueva vida o la renovación del corazón”
Ya hemos visto que la iniciación masónica no es tanto una transferencia de
conocimiento, sino más bien, animar a los que son admitidos en la orden a que
trabajen por cuenta propia. El rito iniciático de la masonería, como el de
muchas culturas tradicionales de las que la masónica es una variante, tiene
como objetivo hacer que el iniciado "muera en sí mismo" para comenzar
una nueva vida. De esta manera, el rito incita al candidato a liberarse de
impedimentos psicológicos, ideológicos o de otro tipo. Así se puede abrir el
camino a la realización espiritual. De esta manera, el rito incita al candidato
a liberarse de impedimentos psicológicos, ideológicos o de otro tipo. Así se
puede abrir el camino a la realización espiritual. De esta manera, el rito
incita al candidato a liberarse de impedimentos psicológicos, ideológicos o de
otro tipo. Así se puede abrir el camino a la realización espiritual.
Por supuesto, es un acto de alta espiritualidad para despertar los poderes
latentes en el Ser Humano a través de rituales y símbolos. Desde
este punto de vista, iniciar significa dar acceso al hombre y a la Mujer a una aventura espiritual, inducirlo a
descubrir y utilizar sus poderes interiores a través del largo camino del
trabajo propio recorrido primero con la ayuda del rito masónico. Es obvio que
el iniciado tiene un largo camino por recorrer: para el masón es claro que el
rito iniciático no es una poción mágica y que, a pesar de su riqueza simbólica
y psíquica, la persona que lo experimenta no obtiene inmediatamente otras
nuevos poderes y propiedades. La iniciación dura toda la vida. El ritual y el
simbolismo continúan inspirando al iniciado mientras desea superarse a sí
mismo. Los rituales vinculan a la comunidad que realizan, pero sobre todo
estimulan en cada individuo un impulso afectivo tal que libera los poderes del
subconsciente.
Por otra parte, el simbolismo también juega un papel importante en el
proceso iniciático: el simbolismo masónico es polivalente (el simbolismo
constructivo tiene su origen en la tradición de los masones operativos, el
simbolismo de la redención, de la búsqueda de lo sagrado, del progreso ético)
pero no pretende ser un material didáctico, sino un estímulo para la
meditación, para formular una interpretación personal de los símbolos. Sin
embargo, el simbolismo no es ni arbitrario ni caótico. El lento proceso de
desciframiento enseña al masón a descubrir al hombre y al mundo tal como es él
mismo. El camino hacia la Luz, la construcción del Templo: conceptos
indefinibles, pero todos conducen en la misma dirección y hacia los cuales el
Francmasón, en la intimidad de su meditación, dará el significado que más se
acerque a su ser más íntimo.
El simbolismo masónico invita al ser humano a auto cosntruirse dentro de sí mismo en lugar de ignorarlo, a caminar por el
camino de la Luz en lugar de caminar hacia la nada, y a actuar siempre como un
artesano creativo, honesto y perseverante. Este simbolismo simplemente dice, y
ahí radica la opción espiritual que ofrece, que la Luz ES y que el hombre no
debe hacer mayor esfuerzo que el de ir a ella por el camino iniciático. De esto
se desprende claramente que la masonería iniciática, con un propósito tan
elevado, no solo por perseguir simples objetivos culturales, monetarios, académicos,
políticos o sociales, sino es el andar
por el camino de la Luz en lugar de caminar hacia la nada, y actuar siempre
como un artesano creativo, honesto y perseverante.
Este simbolismo simplemente dice, y ahí radica la opción espiritual que
ofrece, que la Luz ES y que el hombre no debe hacer mayor esfuerzo que el de ir
a ella por el camino iniciático.
Para muchos de nuestros contemporáneos, que se centran más en el
materialismo y en la eficiencia laboral debido al espíritu de la época y las
exigencias de la vida cotidiana , es probable que tal objetivo masónico parezca obsoleto, inútil e incluso
incomprensible. Sin embargo, y esto puede ser confirmado por numerosos masones
que no son en absoluto soñadores, místicos o ingenuos, la masonería espiritual
ofrece a los iniciados más de lo que podrían haber soñado. En lugar de ser
simples aislarlos de una cuestionable realidad solamente material , a muchos iniciados en Masonería les ha ayudado a enfrentar mejor la , con ojos
más abiertos, con una perspectiva más ampliada , con una mente más libre y una mayor consciencia de su estado de ser y de
sus poderes internos.
Podamos ahora tratar de comprender mejor lo que es la Iniciación Masónica llevada de esta manera, es
decir, encaminada hacia el conocimiento de sí y la participación en el Gran
Conocimiento Masónico.
Un la mayoría de las tradiciones iniciáticas, se dice (de diversas maneras)
que la verdad está más allá del mundo de las apariencias u oculta dentro de él
y que la visión de esta verdad libera de las incertidumbres, las dudas, los
conflictos. Pero sentimos claramente que antes de Alcanzar una visión de la
verdad interior del mundo en el que participamos, son necesarias la visión de
la verdad sobre uno mismo, la resolución de las dudas y conflictos en uno
mismo: debemos aprender primero a volvernos hacia nosotros mismos y a mirar dentro
en nosotros.
Es cierto que ni tal visión de sí, ni siquiera el movimiento interior que
la permite, nos son dadas de manera espontánea. Continuamente nos sentimos
tomados en el desorden de la agitación exterior y sentimos que somos presa de
las dudas, los conflictos y las imaginaciones que impiden una visión imparcial
de lo que somos. Pero no siempre nos damos cuenta ni experimentamos una
necesidad real de que este desorden cese; pues el profano encuentra en estos conflictos, en la agitación
que ellos producen, una impresión de vida en la que no renuncia fácilmente; y
no quiere ver que esta agitación no lo lleva a nada constructivo. Mientras un profano
prefiera seguir siendo tal cual es (y
esto aun si no se siente bien, puesto que uno acepta fácilmente su incomodidad)
y no experimente la necesidad de cambiar, ninguna evolución será posible para
él.
Esta necesidad de que algo cambie en nosotros es en verdad la primera parte
de Iniciación Masónica que los accidentes y
aconteceres de la vida nos proponen, sea
de manera brusca o brutal, sea de manera más progresiva, bajo el efecto de una
necesidad, un requerimiento, una exigencia interior. De la calidad, de la
intensidad y de la fuerza de esta visión dependerán muchas veces para un profano
todo su deseo de evolución ulterior y
toda su fuerza para emprenderla.
A partir del momento en que un masón reconoce que hay algo falso o insuficiente en
él y que, en consecuencia, algo debe sea cambiado, puede emprender él un
trabajo iniciático sobre sí mismo con miras a una evolución. Y a este profano se le plantea una primera pregunta: ¿cómo
emprender un trabajo iniciático masónico que le dé una visión real de lo que él es?
El profano sólo ve el mundo entero
en función de sí y al mismo tiempo sólo tiene sentido en función del mundo.
Sentimos que somos el ombligo de un mundo que vemos desde nuestro punto de
vista y al mismo tiempo, para el mundo no somos nada: apenas un «granito de
arena».
El estudio de un masón podría comenzar por uno o por el otro y nuestra
primera tendencia es comenzar por el estudio del mundo que nos rodea; pero en
ese mundo donde no somos nada, tampoco podemos nada; no tenemos cómo ver su
eternidad, ni su infinitud; estamos perdidos en una inmensidad fuera de nuestro
alcance y en un análisis que ni nuestra vida entera bastaría para llevarlo a
cabo, abarcándolo todo, a fin de permitirnos alcanzar la síntesis. Una vez
hecha esta síntesis, todavía tendríamos que integrarnos en ella y comprender
qué lugar ocupamos en ella. Sin embargo, la ciencia moderna ha emprendido con
certera eficacia práctica este camino y este análisis sin fin, al mismo tiempo
que es llevada a dispersarse y a especializarse, es decir, a limitarse, sin
ninguna preocupación directa por el masón mismo que lo emprende.
Ahora bien, somos nosotros quienes estamos en cuestión en esta búsqueda:
somos nosotros quienes la necesitamos primero; se trata de nosotros, nuestro
ser interior, nuestro lugar, nuestros conflictos, Una real Iniciación Masónica nuestra evolución y, a
partir de hoy, toda nuestra vida. Además, en lo que nos concierne, no podemos
ver nada sino a través de nosotros.
Si el estudio iniciático masónico empieza por nosotros mismos, es otra cosa:
nosotros estamos siempre ahí, al alcance de nosotros mismos y en el lugar que
nos corresponde. Creemos quizás que nos conocemos y que conocemos este lugar:
toda nuestra educación nos lleva a creerlo; sin embargo, nuestras dudas,
nuestros conflictos, nuestras ignorancias están también ahí: si nos
conociéramos, como lo creemos, no estarían allí y no habría preguntas sobre
nosotros mismos.
Tenemos que admitir que en realidad no nos conocemos. Más aún, esta
creencia errónea de que nos conocemos es justamente el obstáculo que nos impide
emprender (por creerlo inútil) el trabajo iniciático del que en realidad
tenemos mayor necesidad. Si comprendemos esta situación, comenzamos a
interrogarnos sobre nosotros mismos y comprendemos que necesitamos aprender a
volvernos hacia nosotros mismos, hacia nuestra vida interior. Necesitamos
vernos tal cual somos, en lugar de la imagen falsa que tenemos de nosotros.
Para vernos mejor, tenemos en primer lugar que observarnos imparcialmente
con toda honestidad, sin cambiar nada: simplemente porque tenemos esta
necesidad de vernos tal cual somos. Es por eso que todo trabajo en esté sentido
se inicia por la observación de sí: una observación sintética, global,
imparcial.
Tan pronto como tratamos de observarnos así y de permanecer, a la vez,
atentos a nosotros mismos y, en nosotros, a uno de nuestros aspectos precisos,
nos damos cuenta de que esta observación es fugaz y, salvo circunstancias
excepcionales, dura, cuando más, algunos instantes.
Muy pronto, esta incapacidad de hacer que dure la observación nos parece el
más importante de todos los obstáculos para conocernos, y llegamos a
preguntarnos a qué se debe que sea así de ordinario, si hay condiciones
especiales que escapan a la regla y cuáles son, eventualmente, estas
condiciones. Una dificultad de otro orden surge, al poco tiempo, para quien
emprende este camino: la Iniciación
Masónica es, a la larga, fastidiosa y cansada después de cierto entusiasmo inicial, tal vez,
el interés decae, y pronto echamos mano a cualquier escapatoria posible.
Olvidamos que este trabajo iniciático masónico se emprendió para responder a nuestras
aspiraciones más profundas y que es una etapa inevitable en esta dirección. Lo
sabemos con nuestra cabeza, pero nuestro interés, tomado por los atractivos de
la vida, siempre cambiantes y renovados, se deja desviar sin cesar. Si ya no
sentimos que somos para nosotros mismos una pregunta que no nos deja
tranquilos, si ya no se despierta hacia nosotros un interés verdadero, sino
sentimos que nos traicionamos a nosotros mismos —o más exactamente, que
sacrificamos nuestro desarrollo más noble- al dejarnos tomar completamente por
el curso de la vida exterior, ¿por qué emprenderíamos tal búsqueda iniciática?
Ningún esfuerzo de trabajo interior, ningún intento de la Iniciación Masónica tienen sentido si no están
conectados primero y en cada oportunidad con nuestra búsqueda y con nuestro
deseo de ser más plenamente nosotros mismos, si perdemos el ánimo iniciático,
debemos darle un impuso extra sacado fuerzas de nuestro interior luminoso.
Pero aun si este interés por nosotros mismos ha podido ser despertado, el
hecho permanece: nuestro intento de observación, por sí mismo, no puede durar
más que algunos instantes, a lo más unas tenidas luego de la iniciación. Al
mismo tiempo vemos que nuestro interés personal por nuestro intento se agota y
que la atención, necesaria para ver, se gasta; lo que observamos de defectos en
nosotros mismos se desvanece muy rápido
y, tal como somos, debemos pues confesar que nos olvidamos de nosotros mismos
sin cesar y que nos olvidamos todo el tiempo. Para quien busca ser sí mismo, el
olvido —y especialmente el olvido de sí mismos , olvidamos nuestro juramento
masónico y caemos de nuevo en el mundo material — aparece inmediatamente como
uno de los obstáculos más difíciles de superar.
En esas condiciones, ninguna Iniciación Masónica o trabajo masónico puede ser realmente útil y efectivo si no nos
esforzamos : tenemos que estudiar de dónde viene esta fugacidad, y de qué
medios podríamos valemos para hacer nuestra actitud masónica suficientemente
duradera como que nos sea posible llegar a tener constataciones válidas. Así
que todo un trabajo masónico nos parece
ahora necesario.
Una justa y efectiva trayectoria Masónica que conduzca a constataciones válidas
y exitosas requiere, en efecto, de la
participación de tres factores —de tres fuerzas, podría decirse— de los cuales
depende; y la calidad de su resultado —es decir, la calidad de la observación
sobre nosotros— depende de la calidad de cada uno de estos tres factores. Ellos
son dos elementos, frente a frente: yo que observo y lo que observo en mí; pero
nada sucede si, además, no hay entre ellos el tercer factor: una atención que
los vincule.
Esta atención de la que tenemos necesidad aquí es sin duda lo que más falta
nos hace. Ella es de una índole particular que no leñemos habitualmente y que
hasta ahora no conocíamos. La atención que tenemos de ordinario es una atención
en un solo sentido, dirigida hacia lo que observamos y que toma en cuenta lo
que observamos. Con una atención de esta clase y la actitud que ella trae
consigo, la observación, aplicada a uno mismo, permite un análisis elemental
(el de la psicología básica ) pero no las constataciones integradas al conjunto
que somos, tal como las buscamos. La atención que necesitamos es de otro nivel
superior ; aquella que, mientras la observación prosigue, toma en cuenta todo
lo que somos: es una atención de doble sentido, una atención desdoblada: y el
la trae consigo una actitud muy diferente de nuestra actitud habitual profana .
No tenemos naturalmente una atención de este tipo, salvo por accidente en
ciertos momentos de sorpresa o de peligro donde ella acompaña un vislumbre de
conciencia; pero es posible tenerla «artificialmente» por un esfuerzo especial,
y puede ser desarrollada en nosotros mediante ejercicios apropiados. Es uno de
los efectos de los intentos de observación sobre nosotros mismos.
Al principio, nuestra atención sigue siendo de un solo sentido: va en un
sentido o en el otro: hacia mí o hacia lo que observo en mí, alternando con una
mayor o menor rapidez. Y ocurre así con más razón, porque ni en una dirección
ni en la otra hay, al principio, ningún apoyo estable, ningún imán sobre el
cual nuestra atención pueda asentarse: una real observación sobre nosotros
mismos, si la intentamos, pronto demuestra depender tanto de este apoyo como de
la atención misma v comprendemos sin demora que los tres factores, las tres
fuerzas en presencia, son estrechamente solidarias.
Así que para comprender mejor lo que es una observación verdadera de nosotros
mismos, nos vemos llevados a considerar los otros dos factores, los que están
frente a frente en este intento: yo que observo, y lo que yo observo en mí.
Una real observación de nosotros mismos, como la entendemos, sólo es
posible si el que observa, o sea el —»Yo Real»— está presente durante esta
observación; la integración de ésta será tanto más válida y completa cuanto más
completamente presente esté el que observa, es decir, cuanto más capaz sea de
tomar en cuenta, en el campo de atención dirigido hacia sí, un número tanto
mayor de elementos. Esto supone que conoce ya estos elementos y que es capaz de
mantenerlos ahí, estables, juntos: lo que se puede llamar mantenerse en un
estado de presencia de sí mismo. Este estado no nos es natural, pero también él
puede ser desarrollado por un trabajo de estudio de sí y cada vez que se
produce en nosotros, somos advertidos de su presencia por una conciencia
interior particular, una sensación interior de sí particular que, cuando ha
sido experimentada una vez, se hace inconfundible.
Nada de esto nos es posible al principio: esos momentos de presencia, aun
si aparecen en nosotros bajo ciertas influencias, son breves y separados por
largos intervalos, a menudo días enteros, durante los cuales vivimos como de
ordinario, en la dispersión: sin una conciencia de conjunto de lo que somos.
Debemos reconocer que nos olvidamos de nosotros mismos casi continuamente; en
nosotros las cosas se hacen: hablar, reír, sentir, actuar; pero se hacen
automáticamente sin que nosotros mismos estemos aquí: una parte ríe, una parte
habla, la otra actúa; no sentimos: yo-hablo, yo-actúo, yo-río, yo-observo. Nada
de lo que se hace así puede ser integrado al conjunto; vivimos en el olvido de
nosotros mismos, y todo pasa sin dejar ninguna huella; la vida se vive, pero se
vive sin ningún «fruto» para el sujeto. La Iniciación Masónica ni el posterior trabajo
masónico no tiene ninguna utilidad para
nosotros, si un observador cualquiera toma nuestro lugar y si «yo», el sujeto,
no está aquí constantemente presente para comprender mientras nos observamos: una vida Masónica completa y verdadera requeriría
de la presencia global de un yo estable y real siempre presente. Tal presencia
no le es posible al masón antes de un largo trabajo de conocimiento de sí mismo
; pero una presencia relativa, una cierta cohesión de todo lo que él puede
encontrar en sí mismo le es posible desde ahora en todo momento, mediante un
esfuerzo de «consciencia masónica donde se involucre el Yo Real ». Una real vida Masónica sólo puede comenzar y
desarrollarse cuando tratamos al mismo
tiempo de hacer este esfuerzo. Al intentarlo, descubrimos además que, sin
saberlo, cambiamos continuamente y que al menor llamado imprevisto, todo lo que
hemos reunido se dispersa; con la práctica, vemos que nada nos es más difícil
que estar allí, de manera estable para una observación sobre nosotros mismos,
de lo que hacemos , decimos , omitimos y callamos.
El factor restante que forma parte de la auténtica vida Masónica es lo que
observamos en nosotros mismos. Este es el objeto y el apoyo le nuestra
observación y ella no es tampoco posible cuando este apoyo se muestra siempre
evanescente. Así que al buscar en nosotros un apoyo estable, podemos darnos
cuenta muy pronto de que aquello que es más fácil de ver—lo exterior de
nosotros, la forma de nuestras respuestas a las demandas de la vida— depende en
primer lugar de dichas demandas, y, aun pudiendo ser repetido, no depende de
nosotros sino indirectamente: cambia sin cesar y se nos escapa en facilidad por
entero.
En cambio, las estructuras funcionales, que nos hacen responder
masónicamente , están siempre ahí, siempre las mismas, en toda circunstancia,
hechas de lo que somos y de lo que la vida las ha hecho; pero tal como son,
estas estructuras (nuestras funciones, nuestros personajes) no son utilizables.
La manera como las cosas se hacen en nosotros (el juego de nuestras funciones,
el modo como se asocian, para determinar nuestros personajes y nuestras
respuestas) tiene lugar en la oscuridad, sin que nosotros lo sepamos. Y lo que
somos de ordinario no ofrece ningún asidero a nuestras constataciones, a menos
que lo hagamos aparecer «especialmente».
En definitiva, una observación realmente válida para nuestra búsqueda sólo
se nos hace posible cuando los tres factores activos que la permiten aparecen
simultáneamente en un momento que lo reúne: un «yo real» que observa, el campo
de observación de un momento completo de vida y la atención doble que establece
la relación.
Las condiciones especiales más fáciles y más seguras que permiten un
trabajo así son las diferentes formas de lucha contra esos aspectos automáticos
de uno: nuestros malos personajes
jubelones están siempre ahí. Todas las
disciplinas del desarrollo del profano , cualesquiera sean ellas y cualquiera
sea la forma más o menos evidente que ellas le den, comienzan por una lucha de
este orden que es una necesidad conforme a las leyes generales de evolución de
la vida.
La observación dirigida al conocimiento de quienes somos no puede ser en
esto una excepción. Comienza en el nivel más simple, por la lucha contra los
encadenamientos usuales (es decir, los hábitos) que nos hacen aparecer tal como
parecemos ser. Esta lucha, debido a su inutilidad inmediata, a la incapacidad
de cambiar lo que sea (a pesar de nuestra ilusión vana), debido también a la
constancia y la energía que requiere, es fastidiosa, difícil y descorazonadora.
Esta lucha resulta inconcebible para un profano o No Masón , a menos que haya comprendido
hacia qué lo conduce y recuerde siempre por qué la emprendió. Pero si este profano
ha logrado tal comprensión, o si
solamente, en un comienzo, ha comprendido que le era necesario someterse a esta
disciplina, la lucha contra los hábitos llega a ser a la vez el medio evidente
de verse tal cual es y, sin que pueda dar cuenta de ello, el primer instrumento
de su transformación interior. Ella suscita esta atención doble que le es
necesaria y obliga al profano a aparecer
frente a sus hábitos, por los cuales se adormece, se automatiza y se hunde sin
cesar en el olvido de sí.
Nuestros hábitos y, cuando están más profundamente anclados, nuestros
condicionamientos inconscientes, son innumerables. Se enredan tan estrechamente
que son inextricables y, desde este punto de vista, puede decirse que el No
Iniciado es, más que un tejido medianamente ordenado (salvo tal vez en su parte
instintiva), una mezcolanza de hábitos y de condicionamientos grandes y
pequeños.
Para que al comienzo la lucha contra los vicios y desvíos sea posible y
provechosa para la observación de sí, debemos escoger hábitos simples,
directamente relacionados con funciones ya claramente reconocidas.
El estudio de la motricidad de que somos maquinas automatizadas es, tal
vez, el más fácil. Puesto que su observación directa
es posible para todo ser humano, de
la manera habitual, sino durante algunos instantes, ella puede emprenderse
eficazmente contrariando uno tras otro los diversos hábitos motores que forman
el sustrato de toda nuestra actividad: el caminar, el escribir, las maneras de
urbanidad en la mesa, los gestos profesionales, las actitudes, etc. Cada hábito
está constituido por otros múltiples hábitos pequeños en los cuales el cambio
provocado puede servir de soporte para la observación de sí. La longitud de los
pasos, el ritmo del caminar, la manera de sostener la pluma, el cambiar, en los
gestos, de una mano a otra, son ejemplos que pueden multiplicarse. Al mismo
tiempo, el profano que observa de esta
manera, pronto se da cuenta de que está encerrado sin saberlo en un número bastante
limitado de hábitos motores: y esta constatación es de suma importancia.
El estudio de los funcionamientos intelectuales es ya más difícil. El profano
que busca ver este funcionamiento se da
cuenta de que tiene, de hecho, algún poder para dirigir su pensamiento en un
principio; de vez en cuando, hasta le es posible mantenerlo por un cierto
tiempo en la dirección escogida por él; pero luego, tarde o temprano, a menudo
muy pronto, se le escapa: está distraído. Además, en su vida habitual, el profano
no ejerce su poder de dirigir su
pensamiento sino en raros momentos; aparte de estos, su mente trabaja sin cesar
y hay siempre ideas allí; pero ellas surgen automáticamente, en función de
estímulos exteriores e interiores, sin que el profano pueda evitarlo. Son reacciones automáticas del
intelecto en toda circunstancia que se encadenan unas con otras
asociativamente. Y así como tenemos hábitos físicos, igualmente poseemos
hábitos del pensamiento:
maneras de pensar, las cuales también, sin que lo sepamos, existen en
cantidad bastante limitada.
Una primera línea de estudio del funcionamiento intelectual es la lucha
contra esos malos hábitos de pensar sin
orden . El masón puede darse cuenta de que cada una de sus maneras de pensar no
es la única; puede cuestionarlas y esforzarse por probar otras maneras,
profundizar en ellas, comprenderlas y comprender en qué le son ajenas; así hará
descubrimientos valiosos sobre sí mismo y sobre su modo de pensar.
Otra línea de estudio del funcionamiento intelectual es la observación de
nuestra distracción. Ella es un signo evidente de las insuficiencias de nuestro
centro intelectual. Comenzamos a leer, a; hablar, a escuchar, luego, de
repente, estamos distraídos. Si no queremos ser desviados sin cesar de las
metas que decidimos perseguir, necesitamos saber lo que sucede en nosotros y
cómo semejante distracción se hace posible. Una observación atenta y difícil
(ya que el proceso es sutil) nos muestra que tiene dos causas principales: la
imaginación y el ensueño. Ambos son ejemplos del funcionamiento equivocado del
centro intelectual y de su pereza. Debido a ella trata de ahorrarse todos los
esfuerzos que le exigiría un trabajo efectivo, que se dirigiera en un sentido
definido hacia una meta bien determinada.
Las fantasiosas e imaginación existe bajo la forma que le es propia en cada
uno de nuestros centros. Aparece allí a continuación de un momento de trabajo
real que tiene un sentido preciso después del cual el esfuerzo se relaja, la
atención se desvía, la meta se pierde de vista, y el funcionamiento prosigue en
el interior del centro mismo, sin ninguna relación con el trabajo emprendido y
sin otra relación con los demás centros que la de aportar impresiones de vida
inútiles y sin dirección, por lo tanto imaginarias, hechas para la satisfacción
funcional pura y no para una realización efectiva en el campo de la realidad.
Uno o varios centros pueden concurrir en elaboraciones de este tipo, que
desvían al masón de las tareas que la vida le demanda y más o
menos las sustituyen.
En cuanto al ensueño, ese impulso se encuentra siempre en el centro
emocional o en el centro motor, pero el proceso en sí es asumido luego por el
centro intelectual siempre dispuesto a ponerse al servicio de ambos para la
elaboración de sueños que corresponden a sus propias inclinaciones. El ensueño
tiene así dos fuentes: por una parte la pereza del centro intelectual que
encuentra, gracias a él, su satisfacción funcional, evitándose todo esfuerzo de
trabajo definido; y por otra parte la satisfacción que él aporta a los centros
emocional y motor, al ofrecerles la imagen aparentemente viviente de
experiencias ya vividas o imaginadas, cuyas impresiones encuentran o repiten
para reproducir la sensación de vida—agradable o desagradable— que conocieron.
La imaginación y el ensueño son lo contrario de una actividad mental útil,
es decir, ligada a una meta bien determinada; y para observarlos y conocerlos,
el masón debe emprender una lucha contra ambos,
imponiéndose tareas precisas concretas y definidas.
Una vez que ha emprendido esta lucha, el verdadero masón no tarda en darse
cuenta de que el ensueño no es al fin y al cabo más que un sueño inútil, acaso
comprensible cuando aporta sensaciones agradables, pero morboso y auto destructor
cuando se nutre de las asociaciones negativas y deprimentes de las cuales la autocompasión
es la más habitual. Se da cuenta también de que el valor que se da
habitualmente a la imaginación no está justificado en modo alguno: es una
facultad destructora, que él nunca puede controlar, que lo arrastra en
direcciones imprevisibles, sin relación con sus metas conscientes. El masón que
se distrae comienza a imaginar algo para complacerse; luego, muy pronto,
empieza a creer, al menos en parte, en lo que imagina y se deja arrastrar. Esta
imaginación no es de ningún modo la facultad creadora a la cual se quisiera dar
un valor inestimable; es, de hecho, perniciosa, puesto que sólo es la
caricatura degenerada de una facultad más elevada, la de la imaginación
creadora real: la prefiguración consciente, conforme a un conocimiento objetivo
de los datos y las leyes, que el hombre sea masón o no , en su estado
ordinario, está lejos de poseer. Pero con la imaginación y el ensueño, el profano
o el masón distraído se hace la ilusión de que la posee. Si se
observa imparcialmente, se da cuenta de esta ilusión o este mentirse a sí
mismo, y comprende que, de hecho, el ensueño y la imaginación están entre los obstáculos
principales para observarse y verse tal cual es. Nada es más doloroso para un
masón que escaló a niveles superiores de consciencia, caer ; es, propiamente
hablando, la caída de Ícaro.
Una tercera línea de nuestro funcionamiento intelectual que, esta vez, se
refiere a un funcionamiento conjunto del intelecto con otros centros, es la
observación de nuestro hábito de hablar por hablar. El lenguaje hablado es un
material intelectual aportado por la sociedad, y registrado en el cerebro : una
área el cerebro del habla , puesto por ahí al servicio de todos los demás para
expresarse y comunicarse por su intermedio. Es necesario hablar y expresarse:
la vida es un intercambio; pero al lado de esta necesidad, hablar se convierte
pronto en un hábito: aparece desde la más temprana infancia, durante la cual se
enseña a los niños a hablar por hablar y no para expresarse: e incluso se nos
enseña, más adelante, a hablar brillantemente de todo y de nada. Y así somos
sin darnos cuenta: hay pocas cosas que sería necesario decir, pero hablamos
mucho. El hablar puede inclusive llegar a ser un vicio: algunos hablan de todo,
en todas partes, todo el tiempo, incluso durmiendo; y si no hay nadie, se
hablan entonces a sí mismos.
Luchar contra este hábito de por hablar que en diversos grados todos tenemos es
también un medio excelente de actividad
en Masonería del que disponemos siempre: la regla del silencio existe en las disciplinas
masónicas. Luchar contra el hábito de hablar y contra toda palabra inútil nos
obliga a ver lo que se levanta en nosotros para utilizar el lenguaje y, por
este medio, podemos reunir numerosas observaciones importantes sobre aquello de
lo que estamos hechos.
El estudio de la emotividad, aun por la vía indirecta de nuestros hábitos
emocionales, es tal vez más difícil todavía que el del medio intelectual, ya
que apenas intentamos observarla, debemos reconocer que no tenemos ningún
control sobre ella. No podemos cambiar nada en nuestras emociones y pasiones; a
pesar de que están siempre ahí, no las vemos sino cuando ellas rebasan la
medida habitual: entonces las llamamos «sentimiento», recordemos que el
fanatismo es una baja pasión, jamás sujeta al intelecto.
Pero un sentimiento real sería enteramente otra cosa: no tenemos más que
reacciones afectivas y fraternales automáticas, emociones que se suceden en cada
instante de nuestra vida y producen, en cada circunstancia, agrado o desagrado,
una pasión , una atracción o repulsión. Esto no lo vemos, ni tampoco sabemos en
nombre de qué se producen nuestras atracciones y nuestras repulsiones, nuestras
aceptaciones y nuestros rechazos: se producen automáticamente en nosotros. Un Masón
mal enfocado o mal instruido que busca
observarse no ve esto sino por destellos, y en los momentos en que lo ve, se
sorprende en general con desagrado: no tiene, espontáneamente, ningún deseo de
prolongar esta experiencia y si se obliga él mismo a prolongarla, ella provoca
en él repercusiones profundas, algunas de las cuales pueden ser peligrosas, ya
que nosotros damos un «valor» muy grande a estas reacciones afectivas
automáticas. Una justa observación de nuestra afectividad habitual pone en tela
de juicio todo lo que somos, nos obliga a ver lo que representan los valores a
los cuales nos aferramos y en nombre de los cuales vivimos. Ella tiene que ver
con las posibilidades mismas de evolución del masón : para ser emprendida sin
alterar o destruir para siempre estas posibilidades, requiere que previamente
se haya despertado un «sentimiento» de un orden muy distinto.
Recordemos que los éxitos sobre nuestras bajas pasiones , no se logran
acumulando grados masónicos mecánicamente, sin trabajando cada uno de los
grados a consciencia.
De Hecho , hay un campo en el cual el masón que quiere observarse no corre
ningún riesgo y puede entablar la lucha contra hábitos emocionales que le hará
ver un aspecto importante de su afectividad habitual: es la no expresión de las
emociones desagradables. El masón que se
observa percibe muy pronto que no puede observar nada imparcialmente; esto es
verdad sobre todo para lo que ve en sí mismo, pero también para lo que observa
fuera de sí. Sobre cualquier cosa, tiene un «sentimiento» personal: esto me da
lo mismo, o me gusta o me disgusta. Pero aun cuando puede fácilmente no mostrar
su aprobación o su indiferencia, le es casi imposible no mostrar de alguna
manera su desaprobación; adquiere sin dificultad este hábito, y eso es muchas
veces considerado hasta como un signo de sinceridad. La impresión negativa así
recibida se expresa bajo forma de violencia, de oposición o de depresión: ira,
celos, crítica, desconfianza, aburrimiento, miedo, compasión de sí mismo, etc.
Todos estos modos de expresión substituyen la expresión simple que deriva de la
pura constatación de los hechos tal como son por la expresión de la negatividad
personal; ellos evidencian la imposibilidad del masón de guardar para sí los
motivos de sus quejas personales, y su tendencia a proyectarlos sobre quienes
lo rodean, a compartirlos para no «sentirse solo», y de ese modo intentar
deshacerse de ellos. Es éste, a la vez, un signo de su propia debilidad, la
marca de su incapacidad para aceptar las cosas y a sí mismo tal como son, y un
enorme e inútil despilfarro de energía que él impone a su alrededor, impulsando
así una reacción en cadena que multiplica esta negatividad. Ahora bien, éste es
uno de los pocos procesos afectivos que puede ser interrumpido sin riesgo de
compensaciones nocivas; como se limita a la expresión de las emociones
negativas —ya que se trata de suprimir su expresión exterior, y no las
emociones mismas—, esta lucha no acarrea modificación alguna del equilibrio
interior; sólo representa la economía de una cantidad importante de energía que
habría sido gastada inútilmente en lo
externo, y que al ser ahorrada de esta manera, se hace utilizable para
otros fines. Al mismo tiempo, esta lucha permite a quien se observa descubrir
un aspecto importante del proceso emocional con el que convive.
De modo que la lucha
contra los hábitos automáticamente establecidos en cada uno de nuestros
centros puede servir de soporte a la Iniciación Masónica en su etapa inicial,
exactamente como más adelante otra lucha, la de uno con uno mismo —la de los
dos aspectos del profano — será necesaria para servir de base a la aparición de
una «presencia», y, más adelante aún, la lucha del sí y del no —la de las dos
naturalezas del profano — será necesaria para la espiritualización. La historia
de la liberación del masón es la de una lucha incesante contra su
mecanicidad cada vez más sutil, y comienza en el nivel de los hábitos con la
lucha por una real observación de sí mismo .
Al practicar de este modo la observación de sí mismo , el masón se da
cuenta de que ésta trae consigo un cambio en su manera de ser interior, y en
los procesos que de ella se derivan.
La Vivencia Masónica tal como la intentamos es, en efecto, inseparable de
una división interior para que la observación sea posible, es necesario que se
establezca una cierta distancia entre dos partes de sí. En seguida se me
presenta una nueva pregunta sobre mí mismo: ¿quién observa?, ¿quién es
observado? Y, al mismo tiempo, esta separación aporta un inicio de consciencia,
una mirada bajo la cual «yo» comienzo a interrogarme acerca de lo que yo
realmente soy, lo que es «sincero» y lo que no lo es. Con esta mirada interior
y la luz que ella proyecta, los procesos que hasta ahora se habían efectuado en
medio de una absoluta obscuridad, aparecen tal como son; se encuentran puestos
en Tela de juicio con respecto a lo que descubro que soy. Y este
cuestionamiento sincero, incesante, a la luz de una conciencia de sí que se
ensancha, es el fermento mismo que permitirá todos los cambios posteriores. La Iniciación Masónica es en sí misma un
instrumento de despertar a otro nivel de vida, y, consecuentemente, es un medio
de transformación. De hecho, sin que él lo sepa, ella suscita en quien se
observa la aparición de las tres fuerzas solidarias e interdependientes que son
el primer esbozo de una realización estable, es decir, del desarrollo de una
individualidad dotada de presencia autónoma.
Lo que serán estos «cambios» no es quizás lo que el profano que intento conocerse pudo pensar en un
principio.
A medida que se observa y que crece su conocimiento de sí mismo , se da
cuenta poco a poco de la mecanicidad total de su vida ordinaria y de su total
impotencia ante esta mecanicidad, de manera que ningún cambio directo le es
posible. Sus procesos son como son y ni la observación ni el análisis de ellos
pueden aportar nada más.
Poco a poco comprende que un cambio en estos procesos nunca tendrá más que
un alcance limitado y que un cambio real o, más bien, una transformación
autentica , no puede venirle sino de una superación de esos Procesos
ordinarios: el desarrollo, más allá de ellos, de un ser interior que sea
verdaderamente él mismo. A partir de este momento, se plantea otra pregunta y
el trabajo masónico adquiere un sentido
nuevo: nutrir este crecimiento de otro ser en él. Ya no es suficiente el verse
como él lo intentó al comienzo. Con el esbozo de un conocimiento de sí, que
substituye poco a poco la simple observación de sí, el esbozo de una presencia
de sí mismo sucede al simple despertar de su consciencia. La visión distante se
convierte luego en una Iniciación
Masónica efectuada por sí mismo, dentro de sí mismo .
Quien se observa de esta manera, pronto se da cuenta de que en su forma
ordinaria de vivir, él —su personalidad- es para él mismo -su esencialidad, su
ser— el peor enemigo. Es allí precisamente donde radica lo falseado en lo que
somos y el mayor obstáculo para ser nosotros mismos: la personalidad profana construida
por el medio en que vivimos se interpone constantemente, impidiendo la
expresión de nuestro ser real. Las funciones a las que nuestro cuerpo sirve de
soporte están al servicio de nuestros personajes aprendidos y no al de nuestro
ser interior, que es lo que realmente somos, pero que ya no logra hacerse
escuchar.
Pero hace falta que estemos seguros de esto y que una observación imparcial
así como innumerables constataciones no nos permitan ya ponerlo en duda: nada
más tenaz que la imagen engañosa que tenemos de nosotros, y un masón necesita de un largo tiempo, de muchas
decepciones acerca de sí mismo, de muchas observaciones honestas para comenzar
a comprenderlo y a verse tal cual es.
Cuando esta visión emerge, el masón comprende
que todo en él debe ser invertido. En lugar de una personalidad todopoderosa,
que dispone de todas las funciones sin preocuparse por un ser demasiado débil,
si este profano quiere realmente ser sí
mismo, su propio ser debe Una real observación de si ser reanimado,
desarrollado hasta reconquistar un lugar que es el primero, tomar la dirección
de las funciones liberadas del yugo de la persona y servirse, según su
voluntad, de los personajes que hasta entonces habían usurpado su lugar.
Cuando esta visión emerge, el masón por primera vez comprende el primer
sentido de un real trabajo masónico sobre sí mismo, y entrevé lo que es la
primera etapa de ya es posible su evolución.
Alcoseri